domingo, 9 de febrero de 2014

El Cata de los toreros


«Nací el 1 de septiembre de 1902 en el Puente de Vallecas. Mi afición proviene de la costumbre de andar entre las reses, habida cuenta de ser matarife desde los quince años. Luego... lo de todos. La afición cada vez en aumento, me llevó a las capeas. La primera vez que me puse en serio delante de un toro fue en la capea de Arganda. El bicho me dio un fenomenal revolcón y me partió el labio superior. Ganaba algún dinerillo, pero era lo mismo, porque a la salida de los pueblos solían aguardarnos los aficionados veteranos y nos quitaban los cuartos obtenidos en «el guante», no sin antes pegarnos una paliza».

Emilio Rodríguez, Cata.
En El Ruedo, febrero de 1949

J. R. M.