jueves, 27 de febrero de 2014

Disney ataca de nuevo





José Ramón Márquez

En la calle de Jorge Juan, en la marmórea fachada del Banco de Sabadell, asoma de nuevo la larga mano de Walt DisneyCon todos los eusko killers en la calle, que aquí no ha pasado nada, el término «asesinato» ya sólo es de aplicación a los animales y el pensamiento blando que humaniza a las bestias se va abriendo camino mansamente en una sociedad anestesiada que ya está a punto de comenzar a creer en que los filetes se crían en bandejas de poliestireno tapadas con un film transparente.
Anteayer fueron los toros, vía Ferdinando; ayer los conejos, vía Br’er Rabbit, de Canción del Sur, con James Baskett anegado en almíbar mientras canta Zip a Dee Doo Daah; esta mañana  le toca  a la caza, combatida de manera exagerada por un hombre armado de un spray, que sin duda lloró amargamente ante la inicua muerte de la madre de Bambi, que se apiadó ante la mansedumbre de Lamberto el león cobarde y que no dudaría en abandonar a su propio padre en una gasolinera al inicio de sus bien merecidas vacaciones estivales o defender desaforadamente su posición en una fila frente a un semejante.