Maimónides en la calle Judíos
Sinagoga en la judería
Francisco Javier Gómez Izquierdo
El Doctor en Derecho Antonio Manuel Rodríguez Ramos, del que ya explicamos que aterrizó en el paraíso del famoseo mediático por reclamar la propiedad de la mezquita de Córdoba con el gratuito recurso de buscar abajofirmantes alérgicos al crucifijo, sigue emperrado en su guerra particular. Animado porque le han firmado los señores Antonio Gala, Eduardo Galeano, Federico Mayor Zaragoza y hasta el músico Sanlúcar, el profesor está que no para y al parecer ya tiene convencida a la Junta de Andalucía. Tal que al señor Diego Valderas, bachiller y vicepresidente del virreinato y casi, casi, a la virreina titular, Doña Susana Díaz, que se licenció en Derecho, tras doce años de dura lucha en pos de su carrerita. Doña Susana Díaz presume de haber sido catequista y está en permanente duda no sabiendo si rezar a Dios o coleguear con el Diablo, por lo que ha pedido una comisión que es lo que procede en casos de este caletre.
El disparate de Don Antonio Manuel ya tiene sus júligans, entre los que se han colado demasiados moros rezadores y una multitud atea de difícil catalogación, que ante la propuesta municipal de utilizar la sinagoga judía -ésa sí es de propiedad civil- para casar sefardíes de éstas y otras tierras, han lanzado el vade retro de rigor al oír mentar raza tan maldita. Comunistas y socialistas han dicho que tal cosa no puede ser porque la sinagoga se gastaría y se pondría fea. Bueno, han dicho que perjudicaría su conservación ya que “a lo visto”, tienen mucho conocimiento sobre el judaísmo y entienden que vendrían millones de judíos y judías a casarse a la modesta sinagoga cordobesa.
Los políticos progresistas de la Córdoba actual, faltos de instrucción la mayoría y prestos a aplaudir cualquier berrido del tenido por docto, no han reparado que en la ciudad hay una plaza Judá Leví y una estatua de Maimónides al que varios de ellos tienen por árabe. Se les llena la boca con las tres culturas.... pero a los judíos ni agua.
-¿Acaso no ves mi solidario pañuelo palestino? Los judíos son capitalistas opresores.
Los progres cordobeses que hacen bulto cuando se ha de ocupar las calles han ganado su paga por militancia y suelen ser de una candidez a la que da pena contrariar y por eso se entusiasman cuando los que tienen como hombres buenos y sabios llaman a la confesión mahometana para poder anular la catedral y ocupar la mezquita que generosamente el ¿pueblo? de Córdoba, el verdadero propietario y no la Iglesia fascista, cede a los hermanos musulmanes. Don Antonio Manuel, el profesor que un día fue nacionalista andaluz, ha tenido una revelación y sintiéndose más moro que cristiano anda buscando el renacer de una nueva patria, en la que no caben judíos.