martes, 30 de noviembre de 2010

Pinchanalgas en el entorno del Museo de la Evolución Humana



Tiene 20 años, es vasco y estudiante -no ha trascendido de qué- y vivía en un piso cercano a Santa Clara. Al anochecer se vestía con su traje de asalto, una sudadera amplia con capucha, y salía a la calle al acecho de sus víctimas. Aprovechando la oscuridad, las vigilaba y, cuando estaba seguro de que nadie le observaba, salía a su encuentro, las abordaba por la espalda, las apretaba el cuello y les pinchaba con un objeto punzante en las nalgas...

En Diario de Burgos