domingo, 9 de noviembre de 2025

Quitad todo de aquí y no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre

 DOMINGO, 9 DE NOVIEMBRE



Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo:


-Quitad todo de aquí y no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.


En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora.


Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?" Jesús les respondió:


 -Destruid este templo y en tres días lo reconstruiré.


Replicaron los judíos: "Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?" Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.


Juan 2, 13-22