jueves, 15 de julio de 2021

Generaciones


 Lagarde, la napia que te dejará sosa la cuenta sólo con olerla

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Que “no podemos aceptar que nuestra generación permita que nuestros hijos vivan peor que nosotros”, dice Casado, Jefe Nacional del Centro. Hombre de progreso, como su propio cargo indica, “vivir mejor” es para él el progreso “par excellence”.


    –¿De dónde proviene esta falta de energía de las generaciones que nos suceden? –pregunta en una carta Carl Schmitt a su amigo Ernst Jünger.
    

Nuestros hijos, en efecto, vivirán peor porque les dejamos una España que debe lo mismo que Alemania en el 18 (se trata, sin duda, de la famosa “convergencia europea” que nos vendieron en el 86). Si tenemos que progreso es que cada generación cultural (quince años, en números de Ortega) viva mejor que la anterior, el Régimen, de naturaleza progresista, salva su honor con una martingala ingeniosa: dejar sin pensión a los hijos del “Baby Boom”, y que los nietos, si pueden, empaten en miseria. Si funciona, Casado podrá hacer en el Congreso su frase china (frases que contienen más reverencias que palabras:

 
    –Nunca en el ámbito de los conflictos sociales ha habido tantos que debieran tanto a tan pocos –diría vestido de Churchill, que tenía por Teo y Maroto a Shakespeare y Macaulay en su cabeza.
   

Los “baby boomers” son muchos, dice Escrivá, el Schumpeter del sanchismo, que los ha contado. ¿Tiene derecho una generación a imponer y limitar la capacidad de decisión de las generaciones ulteriores? Era la pregunta de moda en la Asamblea revolucionaria, inspirada (la pregunta) en Jefferson, el demagogo que proponía una Constitución cada veinte años. Y es la pregunta que se hace el Régimen del 78, copia del Directorio francés (pacto de la clase política y las finanzas), siempre con mala idea: ahí está ahora el anuncio de madame Lagarde, que va a confiscar el ahorro privado (corralitos a la vista) para sostener el rumboso Estado de Partidos “que con tanto trabajo nos dimos todos”. Todo según ideal de la Agenda 2030: la felicidad sin propiedad. Lo de Chiellini a Jordi Alba en la tanda de penaltis.

[Jueves, 8 de Julio]