miércoles, 17 de junio de 2020

Primeras impresiones


 
Francisco Javier Gómez Izquierdo

          Cada día que pasa me siento más raro en un mundo que parece haber acelerado de repente en medio de un tramo de curvas que aconsejaba prudencia. Raro yo, no el mundo, porque veo tirar estatuas, interpretar los últimos cinco siglos desde imposibles perspectivas, acusar y pretender juzgar a la civilización romana por esclavista, justificar saqueos y asesinatos (muchos asesinatos en ciudades americanas perpetrados por negros contra negros) y parecerle bien al mundo el sometimiento a esta corrección histórica a la que dice necesaria. Como además mi manera de ser me pilla siendo español, donde los profesores de las nuevas doctrinas brotan como setas de carrerilla, estoy acojonado por lo que pueda ser de mí. Ando finiquitando una coraza en la que resbale cualquier necedad y sea impenetrable  para las olas de virus y bacterias que nos amenazan pero no logro sacudirme una inquietud que ya iba haciendo callo antes del mal de China. Ni el fútbol me aísla de novedades tan dañinas para el cuerpo y la mente...
        
...Y es que hemos pasado del síndrome de abstinencia a la sobredosis. Para los más comedidos, de la hambruna al empacho. Un descomunal disparate a ojos de endocrino. No se descartan aborrecimientos, muertes súbitas, vómitos, diarreas y sobre todo pérdidas de concentración ya evidentes en la primera semana. Muchos consumidores no saben en qué jornada andamos, si el Madrid juega en jueves, domingo o los dos días, si el VAR va a seguir siendo asunto misterioso... por no hablar del futuro de la 2ªB donde languidecen mis dos equipos más queridos, Burgos y Córdoba. Lo de la 2ªB sí que es un misterio de campeonato. Veremos cómo se desentraña.
        
No sé ni los partidos que he visto desde el jueves, pero me ha parecido que el confinamiento ha sentado peor a unos equipos que a otros. En Primera, el bajón más llamativo a mi parecer, es el del Getafe, que ha perdido frescura y concentración; al Betis se le ha acentuado el carajal defensivo que no acierta a corregir el entrenador Rubi; el Mallorca tendrá que afrontar el final de Liga a la legionaria manera asumiendo ser la plantilla más modesta de la categoría, distinta disposición que la del Celta enredado en peligrosos conceptos en vez de optar por lo práctico. Otro que lo va a pasar regular es el Éibar, al que Zidane no, pero otros entrenadores ya le habían cogido el truco de las bandas. Valladolid y Alavés, igualados a puntos, regresan a la competición con sensaciones muy distintas. Inseguro y dubitativo el equipo vitoriano. Serio y firme, el pucelano. El Español viene pitoso del encierro. Le va a costar remendar los desgarrones de antes del parón, pero lo veo capaz y muy dispuesto a desemparejarse del Leganés, el más firme candidato al descenso y empujar a dos o tres de los arriba apuntados.
     
El descenso y la Uefa es la parte interesante de la liga 19/20. El título para el Barça, supongo... o para el Madrid. Como casi siempre. El Sevilla me ha gustado. Sus jugadores son buenos y están capacitados para ganar a cualquiera. Creo que Lopetegui es buen entrenador pero así como se equivocó cuando dejó la selección (¡menudo chollo tuvo con el que optar a ser campeón del mundo! ¡y lo tranquilo que vivía de seleccionador!) se equivoca también con esta avalancha permitida de cambios. No es obligatorio cambiar, míster. La Real y los atléticos necesitan dos meneos aún para desentumecer. El Valencia es una incógnita que va a despejar malamente su propia defensa. ¡Ay, Dhiakaby, Dhiakaby!... y al resto: Villareal, Granada, Levante y Osasuna aventuramos un pasar sin sobresaltos con el objetivo de la permanencia alcanzado con muy buena nota. Bueno, el Villarreal es ya miembro de la zona noble y no extrañaría su clasificación para la Copa de la Uefa. Desconcierta este Villarreal que alterna tardes brillantes con partidos borrascosos.
      
Conste que las impresiones puestas vienen aliñadas con muchos granos de esa tristeza inherente al “nuevo fútbol de la tele” ante el que tan raro me siento.