sábado, 20 de noviembre de 2021

La guerra cultural

"Un propagandista"

 

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    En la guerra cultural, la izquierda arrasa a la derecha, que se repliega en táctica de tierra quemada, como los rusos ante los alemanes de Hitler o los franceses de Napoleón, que también eran alemanes (¡y polacos!).


    –Los franceses no pueden quejarse de mí; para economizarlos he sacrificado alemanes y polacos –le suelta Bonaparte a Metternich–. He perdido trescientos mil hombres en la campaña de Rusia, pero en ese número no había más de treinta mil franceses.


    –Olvidáis, Sire, que estáis hablando con un alemán –contesta el ministro.
    

En su retirada, la derecha, que no ha leído una sola línea de Gramsci, quema sus ciudadelas para que no las queme la izquierda, como en el recreo el gafoso tira sus gafas al suelo y las pisa antes de que lo haga el matón.


    De la derecha nos viene que los nuevos novelistas no pueden con Proust; y si no pueden con Proust, no pueden con Bergson (ostraconeado en su día por Ortega); y si no pueden con Bergson, ¿en qué “tiempo” viven? Agitadores culturales (¡aquí querría yo ver hoy a Ullán!) que no pueden con Borges, reducido a un Martín Vigil para adolescentes como Zapatero, que sólo es un zángano, y no el adolescente muerto, físicamente transparente, de Julio Antonio. Y un no va más: columnistas que despachan a Nietzsche, el loco que profetizó las catástrofes planetarias de los siglos XX (las dos guerras) y XXI (la transvaloración de los valores), con el cartel de… “propagandista”.


    –Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros lo hemos matado –denuncia el loco en el mercado.
    

¡Que te pires, propagandista! –le gritan estos ilustrados.
    

Sánchez, que tiene oído de tísico, como todos los “fuera de la ley”, oye eso y procede a ahorrarse la filosofía en los planes de estudio, que tampoco son ya el Bachillerato de Sainz Rodríguez. Los boches, como advertimos, nos han hecho un “griego” (la pasta destinada a los oligarcas saldrá de nuestras pensiones), y eso, jugando con la bibliografía de Marx, tiene un título: “La miseria sin filosofía”. A disfrutarla.

[Sábado, 13 de Noviembre]