viernes, 16 de septiembre de 2016

Ritas

Mircea Eliade


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Se llama Rita Maestre, es portavoz del Ayuntamiento de Madrid y en Twitter, donde sus Obras Completas, se declara politóloga y partisana. Es decir, que no sabe lo que dice ni nosotros, por tanto, siendo ella portavoz municipal, lo que hace (el Ayuntamiento).

Si por escribir poesía en latín a Beatriz Galindo la llamaron La Latina, a Rita Maestre la llamarían La Intelectuala por ex novia de Errejón, el becario “black” del trotskismo complutense, aunque su estrella en el Paseo de la Fama la ganó asaltando, “matraque à grands coups de mamelles”, como en la “Hecatombe” de Brassens, una capilla católica (la mezquita pillaba más lejos y había que cruzar la M30, que siempre es un peligro) al grito de “¡Arderéis como en el 36!”, una idea de emprendimiento social que no habrá pasado desapercibida en la City.

¡Esto es nihilismo! ¡Si algo arde, es nihilismo! –gritan en Dostoyevski.
En Madrid, en cambio, si algo arde, son oposiciones. Y ahí está Rita Maestre, en el Ayuntamiento, con la familia, como en casa, y tuiteando “haikus” como éste:

“Rita, Rita, lo que se da no se quita”, me decían mucho de pequeña. Barberá se lo tomó al pie de la letra y hoy paga sus consecuencias.
Rita, Rita. Rita Maestre, a la que Errejón (a tal Dante, tal Beatriz) no pasó el libro de Mircea Eliade sobre lo sagrado y lo profano, se quitó en la capilla la camisa que le dieran las monjas, y a Rita Barberá la quieren meter en “Las lavanderas” de Goya por “blanqueo de capitales” (dos billetes de 500, antes “binladen”), un delito del que se vale el Estado como el capador de Delibes de la cesta de vendimiar que metía por la cabeza al verraco, que no se moviera, para caparlo.
En el talego el tuit de Rita Maestre tiene un nombre que no sale en la “Teoría del partisano” de Carl Schmitt.
Según la idea fundamental de Stalin, el partisano tenía que luchar siempre a espaldas del enemigo, de acuerdo con la conocida máxima: a espaldas partisanos, en el frente fraternización.