viernes, 19 de febrero de 2016

Fliparéis como en 2016

La madre del cordero


Hughes
Abc

El asunto de Maestre convoca a grupos un poco «intensos». Primero, los que abusan del 525 del Código Penal como blasfemia. El mismo artículo dice que hacer escarnio de alguien sin creencias también estaría penado. Así que si se salen con la suya aquí no se va a poder uno reír de nadie.

Quizás el asunto tenga más que ver con el 523, con perturbar un servicio religioso. Ese acto invasivo es el matiz. No es un chiste o la rima vaticano-clitoriano. No es un texto, no es arte, es la ocupación de un lugar de culto, pero valdría lo mismo si fuera una peña del Celta de Vigo. Bueno, si fuese una peña saldrían a tortazos, pero la Iglesia, ya saben, defiende lo de la otra mejilla (Pemán decía que valía hasta dos ofensas porque no tenemos tres mejillas).

Meterse con los católicos cualquier día desgrava. En la facultad es casi un rito iniciático. ¿Por qué hay una capilla en la Complutense? ¡Pues para que protesten! Para hacer prácticas antes de marcharse a recorrer el islam con sus bolas chinas, que seguro que lo hacen. ¿Y si unos señores irrumpiesen en una asociación feminista gritando: «Contra el clitoriato, nabo y desacato» y luego quisiesen ser concejales? Intolerable. Pues los oficiantes del laicismo (como si lo sagrado no mutara) quieren ahora convertir esto en un Charlie Hebdo y a Rita en mártir.

A Maestre no deberían condenarla. El Juez, aun existiendo el controvertido tipo jurídico, sabrá aplicarlo con proporción, precisamente lo que les falta a quienes la disculpan o comparan con Krahe, Arrabal, o hasta con las FEMEN… ¡de la Rusia de Putin! A algunos católicos les ofende lo de la capilla, a la mayoría el «activismo» abusivo, narcisista y gratuito de esta gente. Las FEMEN rusas son valientes, las PODEMEN van a humillar al monaguillo. Así que proporción. Aunque no mereciese consecuencias penales, el acto fue una provocación impropia de cargo público. Una pena, Rita es guapa y pizpireta, y yo quiero que siga, tengo curiosidad por ver a cuántos familiares es capaz de colocar, pero la ocupación sería un error aunque fuera una planta baja de Testigos de Jehová. O un club cicloturista. No se acojan (unos y otros) a lo penal, hablemos de política: si un piropo ofende, ¿no va a ofender esto? No olviden tampoco que algunos nunca fuimos Charlie Hebdo.