“Mi” bar el 22/06/2014
El nefasto día de la Unión Deportiva
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Me puse delante del Las Palmas-Zaragoza con cierto complejo de culpa, recordando el extraño suceso que vivimos los cordobesistas hace justo un año. Nuestro equipo ascendió gracias a un gol que valió dos, en la tarde más desgraciada de los aficionados de Las Palmas de Gran Canaria, pues en Córdoba reconocemos que ellos merecieron más que nosotros, pero su impaciencia preñada de estupidez les condenó de un modo cruel y desconocido hasta aquel 22 de junio del 2014.
Esta temporada, los canarios también han hecho más méritos y mejor fútbol que Valladolid y Zaragoza, pero el 3-1 en contra de La Romareda presagiaba nueva desgracia. El no sé si extremo o mediapunta Pedro es un desconcertante jugador que no aprendió a centrar como es debido en sus temporadas en El Arcángel y por arte imagino que del entrenador Popovic, a nuestro “jorobao” lo veíamos en la cadena sexta sacar las faltas y los corners con mejor arte que muchos centradores de Primera. Pedro el “jorobao” ha sido el alma de un Zaragoza de limitada plantilla y mediocre juego... y un héroe en Gerona con otro cordobés que subió del juvenil al once blanquiverde para que el amo del Córdoba lo hiciera euros en un traspaso sin cifras. Fernández, lateral nacido en mi barrio de Fátima, coló el cuarto gol en Montilivi para culminar una hazaña que sólo podemos esperar en estos partidos a vida o muerte. El otro lateral del Zaragoza, Rico, es burgalés de Gamonal, fuerte y altote que ha jugado en Pallafría con hijos de amigos míos. Borja, el delantero centro maño, es retoño de Miguel Bastón, aquél “Bastón a la selección” que coreara El Plantío en tiempos semigloriosos.
Quiere uno decir que sobran motivos para que el ánimo se inclinara hacia Zaragoza, pero lo del año pasado de Las Palmas en el mismo sitio -El Insular- y un servidor ante el mismo televisor -el Bar de Antonio- y con parecido gintonic hizo que, como dicen los psicólogos, empatizara y torciera por la camiseta amarilla. Perdonen, no fue como el año pasado. Ayer tarde estábamos en la terraza de mi bar una señora escritora amiga mía que se está recuperando de la rotura de su cadera, su hijo y el repartidor Daniel, al que le gusta el Real Madrid y el ron con coca-cola. En la segunda parte llegó Paco el Óptico. Al fondo de la terraza climatizada, de espaldas al fútbol, una pareja ya perjudicada discutía sobre el salmorejo. Sin ambiente, intentaba un servidor explicar a Dani y a Paco el Óptico el mal camino del Zaragoza por renunciar a acercarse a la casa de Casto, un portero que no acaba de jubilarse y que cometió el insólito error de salir con el balón cogido fuera del área como si fuera del área el portero pudiera jugar con las manos. El partido lo decidió Bono, el portero del Zaragoza, con una muy mal medida salida que propició el gol de Sergio Araújo, un sosias del Ulises Dávila que hace un año enmudeció a El Insular.
Merecía el ascenso Las Palmas y ¡ahí está! En Primera. Enhorabuena y que sea por muchos años.... y que pronto nos veamos .