El País
ANGÉLICA LIDDELL
El País.- ¿Un gol de Cristiano? ¿Un exabrupto, una chulería de Mourinho?
Angélica Liddell.- A mí me cae muy bien, es lo que nos hacía falta. Soy una gran defensora de Mourinho. Yo en mi casa veo partidos y películas.
El País.- ¡Qué gran actor Mourinho!
Angélica Liddell.- Claro, claro. Tiene que trabajar conmigo ya. Es excesivo. Me gusta la gente excesiva. Es fantástico. Suspendí ensayos en Aviñón para ver partidos del Mundial. El día de la final subí a saludar con mi camiseta roja. De pequeña hacía diarios con Naranjito y todo, con críticas a los porteros, al arbitraje.
El País.- ¿En qué se parecen el fútbol y el teatro?
Angélica Liddell.- No me he parado a pensarlo. No lo sé y ahora me da pereza... debería ponerme a escribir sobre eso, me sale mejor.
El País.- Quizá Mourinho y el teatro le sugieran más.
Angélica Liddell.- Es fantástico. No como Guardiola. No le soporto.
El País.- ¿Por qué, mujer?
Angélica Liddell.- Los que van de maestros no los aguanto, los que van de eso, paternalistas, humildes, sencillos, no puedo con ellos. Esa exaltación de los valores no me convence. Esa exaltación de la humildad me parece soberbia. Yo no me fío. Prefiero a Mou.
El País.- Se lo regalo. Veo que usted es acérrima. Ultra.
Angélica Liddell.- Bueno...
El País.- ¡Qué gran actor Mourinho!
Angélica Liddell.- Claro, claro. Tiene que trabajar conmigo ya. Es excesivo. Me gusta la gente excesiva. Es fantástico. Suspendí ensayos en Aviñón para ver partidos del Mundial. El día de la final subí a saludar con mi camiseta roja. De pequeña hacía diarios con Naranjito y todo, con críticas a los porteros, al arbitraje.
El País.- ¿En qué se parecen el fútbol y el teatro?
Angélica Liddell.- No me he parado a pensarlo. No lo sé y ahora me da pereza... debería ponerme a escribir sobre eso, me sale mejor.
El País.- Quizá Mourinho y el teatro le sugieran más.
Angélica Liddell.- Es fantástico. No como Guardiola. No le soporto.
El País.- ¿Por qué, mujer?
Angélica Liddell.- Los que van de maestros no los aguanto, los que van de eso, paternalistas, humildes, sencillos, no puedo con ellos. Esa exaltación de los valores no me convence. Esa exaltación de la humildad me parece soberbia. Yo no me fío. Prefiero a Mou.
El País.- Se lo regalo. Veo que usted es acérrima. Ultra.
Angélica Liddell.- Bueno...
(Vía @pedroampudia)
Angélica Liddell
(Foto: Javi Martínez)