miércoles, 19 de diciembre de 2012

Anasagasti como verdadera "Marca España"


Anasagasti y Erkoreka en el callejón
La auténtica e inmutable ‘Marca España’: 
entrar gratis a los toros y que se cuadren los guardias a tu paso
José Ramón Márquez

Al senador Anasagasti le molesta el toro en la bandera de España. Primero le molestó el águila de San Juan, ahora el toro de San Lucas, después será el león de San Marcos -no de San Mamés, como creen algunos condiscípulos de Anasagasti-, y al fin tampoco será de su agrado el ángel de San Mateo, ni siquiera cuando los gudaris euskaldunes tomen Logroño.
Con cada uno de los símbolos tendrá Anasagasti sus cuitas, y si quisiera las podría explicar de manera prolija, como él usa, aunque ya me malicio que lo que más le molesta no son los símbolos en sí mismos, sino lo que va detrás de ellos, esas rayas rojas y amarilla o de gules y gualda, esa bandera.
Anasagasti es Senador en las Cortes y muy cortesmente reproduce en su bitácora sus propias palabras en detrimento del toro a cuenta de la ‘Marca España’, apasionante debate que, al parecer, tuvo lugar en el caserón de la Plaza de la Marina Española sin que el ciudadano medio tuviese ni idea de que los abuelos de la Patria estuviesen enfrascados en tan decisiva disputa.

No faltará algún aguafiestas a quien le parecerá que la bizantina discusión sobre la ‘Marca España’ sirve para retratar a la perfección la inutilidad de la llamada Cámara Alta simplemente por haber dado cobijo en sus venerables muros a tan descacharrante polémica y, sin embargo, a uno le parece que la palmaria falta de interés como institución del Senado, Senatus Populusque Hispaniae (SPQH), está muy bien substanciada en la logorrea de Anasagasti, glosando al Instituto Elcano, él sabrá por qué, pero que nadie olvide que Elcano era oriundo de Guetaria, y divagando sin prácticamente un solo punto y aparte para llegar a la nada, el cero kelviniano de su pensamiento orientado como único fin al arrimamiento del ascua a su sardina, entre Cumaná y Santurce.

Claro es que mientras Anasagasti se dedica a denostar de la presencia del toro en la ‘Marca España’, no le duelen prendas en irse con Erkoreka... a los toros, porque no es lo mismo un toro estampado en una bandera roja y amarilla que una entrada de callejón en Vista Alegre, en las corridas generales de Bilbao, que igual el hombre ni se acuerda de que Cástor Jaureguibeitia está enterrado en San Sebastián de los Reyes, ni le importa.

De manera natural, inadvertidamente, Anasagasti nos muestra en ese momento del Aste Nagusia, con los Alcurrucén toledanos en la negra arena de Bilbao, y con más rotundidad que cualquier otro símbolo posible lo que es la auténtica e inmutable ‘Marca España’: entrar gratis a los toros y que se cuadren los guardias a tu paso.

Esos toros tan fachas