Ayer, lo que más me impactó de todo lo que vi en el Bernabéu, fue al público gritar el nombre de Raúl en el segundo tiempo.
No especifica Torres, omite deliberadamente, que el cántico se produjo sólo una vez, y cuando Villa fue sustituido. Aquí podemos entrar a valorar la ignorancia de uno de los estadios más incultos del mundo del fútbol, sacando a pasear al muerto, cuando desde 2004 su cadáver apesta y pretendiendo increpar a Villa, un tipo que ha pulverizado su récord de goles-minutos jugados con España y que ha ganado una Eurocopa con la Selección y un Mundial con la Coja, además de una Champions League. Si algún pipero piensa que Villa se ofende al oír ese canto, que se tire a la vía. Para lo único que sirvió ayer, fue para dar coartada a un antimadridista.
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