PROSTITUCIÓN Y REVOLUCIÓN
Resaca en Pozuelo, el pueblo de Forges. Se ve que la Revolución, como viene de comprobarse en Rodiezno, está pendiente, y sólo hace falta una chispa para que estalle. El director de El País cree, el hombre, haberla encontrado en las putas de colores: primero fueron las fotos del "party" privado de Berlusconi, y luego, las fotos del "party" público de Barcelona, excitando el celo de los poderes públicos: nada menos que un centenar de mozos de escuadra, policías nacionales y guardias urbanos son destinados a hostigar al puterío ramblero en la ciudad de Rosa Regás. Mientras en Rodiezno el hermano de Juan Guerra intenta sublevar a los pobres creados por Zapatero, caigo en la oportunidad que se le presenta a la clase obrera barcelonesa en esas barras americanas improvisadas en las aceras holladas por Gaudí. Por muchísimo menos de lo que vemosen Barcelona, Castro, según Gabo (en el prólogo al Hemingway de Norberto Fuentes), entró en La Habana:
La prostitución frenética que muy pronto iba a convertir La Habana en el burdel de lujo de los Estados Unidos conservaba todavía la máscara inocente de las escuelas para aprender a bailar. Se llamaban academias de baile y sus alegres muchachas, medio vírgenes, medio putas, académicas...
La corrupción política y moral logró una dimensión de escándalo babilónico...
El ambiente intelectual y artístico de La Habana, que en medio del envilecimiento oficial y la concupiscencia pública seguía siendo uno de los más intensos del continente...
La prostitución frenética que muy pronto iba a convertir La Habana en el burdel de lujo de los Estados Unidos conservaba todavía la máscara inocente de las escuelas para aprender a bailar. Se llamaban academias de baile y sus alegres muchachas, medio vírgenes, medio putas, académicas...
La corrupción política y moral logró una dimensión de escándalo babilónico...
El ambiente intelectual y artístico de La Habana, que en medio del envilecimiento oficial y la concupiscencia pública seguía siendo uno de los más intensos del continente...
Me voy a Pozuelo a los toros.
Ignacio Ruiz Quintano
Ignacio Ruiz Quintano