Ginger y Fred
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
El cutrerío español es insondable, y los ideólogos del piperío ronceril han dado con la tecla de su nueva fenomenología del Espíritu: el jarabe de banquillo. Primero pitada, y después banquillo. No hay un solo tonto de ese mundillo que no presuma de haber inventado a Tchouaméni por el simple expediente de dedicarle una pitada en el Bernabéu, y los revistosos del puchero han establecido que hay un Tchouaméni tronco, el de antes de la pitada, y un Tchouaméni pulpo, el de después de la pitada. No explican por qué los árbitros cetáceos (del CTA de Negreira), siendo objeto cada día de unánimes pitadas bajo la lona del estadio, cada partido pitan peor, cuando, según la lógica deducida del caso Tchouaméni, el pobre Gil Manzano, un rústico venido a más, debería pitar como Clément Turpin, o el pobre Sánchez Martínez, un azor venido a menos que lleva en la cara otro abrelatas de berberechos como el de Oyarzábal, debería pitar como Michael Oliver.
Con Tchouaméni bastó, al parecer, con la pitada, pero con Vinicius, no. A instancias de las maras mediáticas, a Vinicius le pitaron en el Bernabéu, pero Vinicius seguía siendo el genio risón que jugaba a su aire y no marcaba a su carrilero, que es trabajo de futbolista-albañil. Entonces decidieron darle otra vuelta en el mueco, y lo sentenciaron al banquillo, con la colaboración de Xabi Alonso, que se juega pasar a la historia como el hombre que mató a Vinicius, con Roncero de John Ford. A Vinicius se le ve pereza (la pereza de levantarse en domingo y saber que por la tarde tienes que ir a tapar las subidas de Maffeo por tu banda), y a mí también me la daría. A Vinicius le han quitado la alegría (aquella alegría antigua que le entraba al español que se encontraba por la calle con Rafael el Gallo), que es algo que el cafrerío nacional no consiguió quitarle a Luiz Pereira. El serio, para los tontos, es Rodrygo, y la seriedad se la ganó, por lo visto, en la final de la Copa del Rey, antes de tomarse un verano sabático en busca de equipo, ya que por cien millones de euros nos lo quitaban de las manos. “Técnicamente, es superior a Vinicius”, es la coletilla que retrata al bobo de baba. Lo que pasa es que el adn (como diría un culé) madridista es el carácter, no la técnica (“conceto” reservado a la cultura de La Masía), y la técnica de Rodrygo no da ni para atarle una bota al carácter de Vinicius. Yo he visto a Vinicius hacer el gol de Charlot, pero ahora le piden que haga de fantasmón de Fran García, como si nacer en Río de Janeiro marcara lo mismo que hacerlo en Bolaños de Calatrava. Entre los árbitros del CTA, que creen que la gente paga por ir al estadio a ver la gracia de Don Benito que amerita Gil Manzano, y los entrenadores que creen que la gente paga por ir al estadio a ver correr a Fran García, el fútbol pierde “pellizco”, eso que Hemingway intentó definir, mal, en “El verano peligroso” ante una verónica de Ordóñez (“No es la impresión que provoca el llanto, sino la que hace que el cuello y el pecho se pongan en tensión y lo ojos se empañen al ver que algo que uno creía muerto y concluido vuelve a la vida en la propia presencia”). Las jugadas de Vinicius, que bien se hubiera merecido este hombre un Klopp. ¡Vinicius y Klopp! ¡Ginger y Fred!
Será una impresión, pero en el Madrid de Alonso “brillan” más Huijsen, Güler o Mbappé (jugadores con más técnica que carácter) que Valverde o Vinicius (jugadores con más carácter que técnica), y eso, cuando llegan las corridas toristas, se paga caro, según veremos. Para los que van por ahí pregonando a lo Manolo Morán (el actor) que Alonso ha inventado el fútbol, Valverde ya ha dejado caer que con el viejo estilo (el estilo del Madrid triunfador fue siempre que “los jugadores sean felices”) se ganaron Champions, mientras que con el nuevo habrá que ver. Tampoco hay que confundir equipo bonito con equipo bueno, y piperos hay que para justificar los bajones de juego, dado que la teoría no puede fallar, miran al techo del Bernabéu, que les falta aire. Mas todo sea por recuperar a Rodrygo.
[Sábado, 20 de Septiembre]

