miércoles, 8 de diciembre de 2010

Retrato de Domingo en Caleruega


La forma exterior del bienaventurado Domingo era así:

Mediana estatura, delgado de cuerpo, rostro hermoso, un tanto bermejo, cabellos y barbas suavemente rubios y ojos bellos.
De su frente y de las cejas salía cierto resplandor que atraía a todos y los arrastraba a su amor y reverencia.
Siempre estaba con semblante alegre y risueño, salvo cuando se hallaba afectado por la compasión de alguna pena del prójimo.
Tenía largas y elegantes manos y una gran voz hermosa y sonora.
Nunca fue calvo aunque siempre conservó íntegro el cerquillo entreverado de algunas canas.
Estas cosas son las ciertas que, si fuera necesario, estaría dispuesta a jurarlo.

BEATA CECILIA CESARINI