Francisco Javier Gómez Izquierdo
Tocaba al Córdoba ir al Carlos Belmonte donde tiene asiento Jon Morcillo, para servidor el zurdo más peligroso y demoledor de Segunda División, pero el míster del Albacete, Alberto González, no lo puso y como se vio que tampoco estaba disponible el central Vallejo y también eché en falta a Riki, pareció desde el principio que los manchegos salían mermados. De entre los múltiples casos raros del fútbol está el de Jon Morcillo, un carrilero tipo Gordillo al que soltó el Athletic, lo fichó el Albacete y al que ningún Primera se ha llevado aún para sacar faltas al borde del área como si fueran penaltis y acarrear centros con la técnica y la fuerza que solo poseen los tocados por las musas balompédicas. Es un fenómeno. Ya no estoy al tanto de las vicisitudes de jugadores y equipos. Incluso muchas se me olvidan al día siguiente de conocerlas, pero supongo que algo raro rodea a este Morcillo que me tiene cautivado. Salió a la hora, cuando el Córdoba ya ganaba 0-2. Tuvo tiempo para reivindicarse, pues en el minuto 95, tras una tontería de nuestro Kevin Medina en la esquina del área, Morci firmó una obra de arte a la escuadra que Iker Álvarez, internacional por Andorra, sacó creo que de dentro, para que Agus Medina empujara el rechace para el 1-3 final. Se va asentando el Córdoba. Iván Ania creo que ha encontrado ya en Requena -y no en Alberto del Moral, frágil en demasía- junto a Isma Ruiz la pareja que ha de perdurar. Adrián Fuentes es un nueve todo músculo, tallado cual coloso a base de sesiones de gimnasio, tábano molestón para cualquier tipo de central y tórpido en más ocasiones de las permisibles, pero la Segunda tiene lo que tiene y este madrileño que ya estuvo en el Córdoba hace cuatro años y que lo volvió a pescar este verano en ¡¡el Tarazona!! busca el gol con ferocidad. Fallará lo increíble -una de ayer de sólo empujar y otra sin ir más lejos del domingo pasado ante el Almería, desesperantes- pero lleva dos o tres jornadas de titular mostrando rocosa velocidad. Ha desplazado a un Sergi Guardiola de mayor calidad, pero mucho más lento y mucho menos agresivo. Velocidad e intensidad son asignaturas troncales en Segunda. Si no se aprueban, las virguerías técnicas no son suficientes para aprobar. Ayer Fuentes coló dos goles y fue la pesadilla de Jon García y Javi Montero, un par de centrales, todo sea dicho, no muy fiables.
El Burgos jugó a continuación contra la Real Sociedad B, vulgo Sanse, en El Plantío. Partido como suele acostumbrar el Burgos. Táctico, trabado, sin ocasiones, aburrido.¡¡Bloque bajo!! "Que el contrario no llegue al área y nosotros en un córner o una falta, matamos". Los locutores inventaban cosas extrañas y elogiaban al 8, Mikel Rodríguez, del Sanse, que sí es mediocentro aseado, pero no es Zubimendi, ni Guevara, ni Merino, ni Gorrotxategui.., como quieren hacernos creer los comentaristas del Movistar. A mí me gusta el lateral zurdo Balda, al que Imanol Alguacil puso algún partido en la temporada pasada con los mayores, pero después de ver al filial guipuzcoano contra el Córdoba y el Burgos, me da que lo va a pasar mal para salvarse a pesar de que en El Plantío perdió por la obsesiva vigilancia de esos onanistas que guarrean el fútbol desde el VAR. Saque de esquina y despeje de cabeza de un defensor donostiarra. Nadie ve nada. Nadie reclama nada... pero al poco el señor Orellana Cid se lleva la mano a la oreja, parlotea por el pinganillo, se acerca al monitor y ve cómo el zaguero Gorka Carrera tiene la mano junto a la cabeza en el momento del despeje, apreciando que toca el balón con la mano y...¡¡Penalti!! Gol de David González en el minuto 85. Tres puntos y arriba como si fuéramos de los buenos.
Ni de los buenos, ni de los malos. Están los equipos tan igualados que en Segunda todos caben en los dos grupos.


