martes, 22 de noviembre de 2022

Argentina de Messi, 1 / Arabia Saudita de Al-Dawsari, 2


 

 

Francisco Javier Gómez Izquierdo

 

Constan extraordinarios monumentos literarios al universal cinismo y a la hipocresía multiétnica y es harto recurrente el falso arrebato de honradez del corrupto gendarme francés en Casablanca, escandalizado porque en el garito de Rick se juega, pero a servidor le parece que en este Mundial de Catar los cínicos e hipócritas brotan como las setas (será que es su tiempo) para matricularse y significarse en el grupo de los dignos, sensibles y empáticos con los perseguidos por los jeques cataríes.


  Recuerdo una antigua película en la que Jean Paul Belmondo llevaba un machaca a robar un cuadro. El machaca hacía como que no quería pero entró en la casa, sujetó la escalera para descolgar el cuadro, "sí, pero sólo un poco", le decía al caco Belmondo... y no sé lo que seguía, pero tanto sepulcro blanqueado me recuerda al machaca de aquel simpático con cara de boxeador.


    Ha llevado don Rubiales la Supercopa a la Arabia Saudita ayudado por tratantes sin escrúpulos cuyo único afán es arramplar dólares y euros donde los haya y aquí a pocos les pareció mal. La FIFA vendió el mundial por dinero. ¿Alguien piensa, de verdad, que hay otro modo? Ahí debieron las federaciones (saben ustedes que tienen presidentes que votan para glorificar la democracia) occidentales plantrse y descubrir lo que pasaba con las africanas y la Concacaf, según cuenta el Netflix. Bueno, Platini y la Francia tampoco parecen mancas.


    Por Qatar andan y han andado peloteros y entrenadores muy estimados en nuestro país que en varias ocasiones han hablado maravillas de su estancia entre aquellas calorinas. Nos olía a jugosa jubilación con un toque decadente, porque ¡ay! ¡la pasta es la pasta!. En cuanto al fútbol, se ha visto poco y peor que regular. Es la primera vez que me pierdo el partido inaugural. Lo cambié por un Córdoba/Linares de 1a RFEF que llenó El Arcángel de aficionados. No como el Catar/Ecuador al que acudieron hinchas de pastel que sólo soportaron medio partido.


  Estoy viendo perder a la Argentina de Messi ante la Arabia Saudita de Al-Dawsari, que también gasta el 10 y que jugó por cortesía un partido con el Villarreal. Escribo desde el móvil en el que estoy viendo los partidos por estar lejos de casa. Quizás semejante perspectiva me condicione, pero el fútbol visto en los primeros partidos tira a ramplón y esta derrota de una selección llamada a hacer historia pudiera apartar más de dos hornadas de fieles de una religión a la que se le está negando la liturgia que la hizo insuperable. ¿Qué me dicen de esos fueras de juego milimétricos que invalidan con sutiles manejos el concepto de "en línea"? Es el último invento de la FIFA para hacerse aún más odiosa.


  Sí. Argentina 1 Arabia Saudita 2.