viernes, 23 de septiembre de 2022

Alegría en el Museo

 

Hoy he visitado el museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Qué alegría encontrarme con la habitación de mi hijo.- @charo_lu



A diferencia de las obras de arte, las del arte moderno siguen en su producción los ritmos de las modas que aseguran el consumo en masa. El arte del experimento, lo abstracto o lo informe, ha conquistado un puesto de privilegio en la economía mundial de la especulación. Tiene su prensa, su política interior y exterior, sus bancos de depósito, sus bolsas de valores, su promoción estatal, sus escuelas, sus profesores universitarios y sus críticos intelectuales. Éstos establecen las cotizaciones no por la calidad de la obra, un secreto que sólo ellos conocen, sino en función de las escalas de artistas famosos que ellos mismos establecen. Tal vez unas obras sean más valiosas que otras, pero los que permanecemos fieles a la obra de arte y al gran arte carecemos de criterios para distinguirlas. Pese a mi pasión por los modernos (Monet, Cézanne, Degas, Van Gogh, Modigliani, Rodin), no espero encontrar algo inteligible en los apologetas del arte abstracto o experimental, con lo que pueda estar de acuerdo o en desacuerdo. Si hay algo verdadero o valioso para la humanidad en las obras del arte actual, ¿por qué nadie ha podido en más de un siglo explicarlo con lenguaje claro y concreto?, ¿acaso no saben los críticos que la jerga de sectas o profesiones siempre ha sido un recurso de la ignorancia o el fraude?

Antonio García-Trevijano