viernes, 12 de febrero de 2021

La gobernanza


 Gerhard Leibholz

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    El pensamiento político acabó con el siglo XX, en el 45, así que vaya por delante que lo nuestro es un hablar por hablar, y hablamos de lo que columnistas y políticos llaman ahora “gobernanza”, pues creen que es la forma esnob y feminista de decir “gobierno” (el palabro se lo urraqueó Cebrián a Gonzalón, quien lo había urraqueado a Strauss-Kahn, aquel “sátiro” del FMI).


    La movida del “establishment” contra los “youtubers”, que son como las grullas del Régimen, establece que gobernanza es patriotismo y patriotismo es “una declaración honesta del IRPF” (?). Del “patriotismo constitucional”, una triquiñuela alemana de Habermas, vamos al “patriotismo fiscal”, una triquiñuela inglesa de la oligarquía terrateniente, que inventó el IRPF para costear las guerras contra Napoleón.
    

¡Adiós, pues,  al “That no subject of England shall be taxed but by his own consent”! ¡Y adiós al “No taxation without representation”, que fue el lelilí democrático de América! Representación ¿para qué? La democracia es populismo, y el populismo no puede tener peor prensa en los Estados de Partidos, orden europeo de posguerra diseñado por el jurista berlinés Leibholz, quien presume de liquidar, mediante el sistema proporcional, “cualquier atisbo de representación” para imponer “la integración de las masas en el Estado”, que fue el ideal de Mussolini, cuya ley Acerbo (asignación fija de dos tercios de los escaños para el partido ganador del veinticinco por ciento de los votos) es el ideal de Renzi y Conte en Italia, de Casado en España (éste ofreció cincuenta diputados “de Estado” al partido ganador, para “la gobernanza”)… y de Macron, que liquidaría el legado de De Gaulle.
    

El sistema proporcional es, por definición, antidemocrático y lleva a la disolución de la conciencia nacional, pero estamos a “la gobernanza” de las regiones, no de las naciones. Aquí nos lo impuso Alemania vía Gonzalón, quien, a cambio (andaba por la Urss, con Guerra, Boyer y el Guti), renunció al tabarrón republicano.

[Viernes, 5 de Febrero]