miércoles, 3 de febrero de 2021

El filósofo de Güémez


 José Calderón, el verdadero filósofo de Güémez

Ignacio Ruiz Quinrtano

Abc


    En Galicia, la derecha gobernante prohíbe pasear por la calle con personas “no convivientes”:
    

Está morrendo xente que non volverá vivir para sempre –explica Feijóo, el Breogán de la nación.
    

Es una variante del “Se está muriendo mucha gente que no se había muerto antes” del filósofo de Güémez, que es como el Séneca de Pemán, pero en mejicano, creación de Ramón Durón.
    

El uno siempre va antes del dos, pero en el veintiuno, se fregó el uno –es otro pensamiento suyo.
    

La derecha siempre va antes del centro, pero en el centroderecha, se fregó la derecha.
    

La izquierda manda que ni la derecha y la derecha manda que ni Franco. En Madrid, la derecha gobernante te echa de los restaurantes a las diez, hora después de la cual no puede haber condumio saludable ni honesto contubernio. Esto no tiene que ver con la pandemia, sino con ese rancio afán regeneracionista que viene de Ortega, con su huso horario alemán, y de Serrano Súñer, con su decreto no menos alemán del 40 para intentar, sin éxito, tener a la gente metida en casa.
    

Si para Brzezinski el totalitarismo no es más que “un celo revolucionario institucionalizado”, nuestra derecha, con su eterna revolución pendiente de mandarnos (¡su pasión de mandar!) a la cama a las diez (¡más Europa!), es totalitaria, aunque a sus jefes, Casado, Feijóo y así, siempre les queda agarrarse al filósofo de Güémez:
    

¡Irremediablemente confundido! La gente de antes era más honrada que la de ahora… Yo soy de antes, pero vivo ahora.
    

Hacen bien. La gente no busca libertad, sino pan, y pan terrenal, el de pistolín. El Gran Inquisidor le dice a Jesús que han manipulado sus enseñanzas para poder tratar a la gente como lo que es: “Hemos corregido tu obra, fundándola en el ‘milagro’, el ‘misterio’ y la ‘autoridad’. Y los hombres se alegran de verse otra vez conducidos como un rebaño y libres del don abrumador que los atormentaba”.


    –¿Cómo puede hablarse de libertad, razonaste tú, si la obediencia se compra con pan?

[Miércoles, 27 de Enero]