miércoles, 4 de marzo de 2020

Apaglia y vámonos


¡Será por ofertas!


Hughes
Abc
 
He leído hace un rato que Cayetana Álvarez de Toledo no acudirá a la manifestación del 8M, otra confirmación de que se trata del verso suelto del PP, que sí acudirá oficialmente al acto. No sé ahora mismo qué hará lo que queda de Ciudadanos, estandartes del denominado “feminismo liberal”. Lo que me ha llamado la atención no es que Cayetana no acuda, pues su postura ya era distinta a la del partido en tiempos electorales, lo que me asombra es la explicación: ella es feminista de Camille Paglia, “feminista amazónica de Paglia” (Paglia, aclaro, es una muy inteligente escritora americana).
 
Como es lo que más hay, observo centristas como quien observa pájaros. Hay tantas categorías y pelajes como en la ornitología. Y se mueven más o menos lo mismo. Son seres migratorios. Y veo, o presiento, un tránsito (otro más) en el centrismo liberal ilustrado que les va a llevar exactamente al sitio en el que está… Vox.

A la reducción de Ciudadanos a muy poco, y a la disidencia de Álvarez de Toledo hay que añadir, como hito, la reedición de la obra de Camille Paglia, que tiene más años que la tos (no que la tos novísima del coronavirus), pero que se convierte ahora en algo importantísimo o al menos un poco importante porque permite establecer la frontera invisible entre los de Vox y los demás. La frontera Paglia. O sea, cómo estar donde está Vox, pero sin que te confundan con ellos.

Los ilustrados liberales socioprogreconstitucionalistas han acabado o van a acabar en el sitio de Vox, que se suponen eran la carcundia, el populismo y el homo antecessor. Pero ¿cómo es posible? ¿Cómo es posible que seres tan luminosos acaben donde están seres tan supersticiosos? ¿Y cómo es posible que los de Vox hayan llegado allí sin citar a Paglia, puede que incluso sin leer a Paglia? Es más, pregunto: ¿qué sería de la civilización occidental sin Camille Paglia?

Me acuerdo de que, allá por 2015, la única manera de que te perdonasen un poco la vida por disentir de la ecuación Trump=nazi era citar la actitud comprensiva de la libérrima Paglia. Cinco años después, veo que eso toma forma. ¿Dónde están los frutos más granados de nuestra Ilustración? Pues donde Vox, pero para poder estar donde Vox sin ser Vox y criticando a Vox tendrán que llevar encima el libro de Paglia.

-¿Cómo sabré que eres tú y no uno de ellos?

-Llevaré un libro bajo el brazo.

Esto va a ser muy divertido dentro de unos meses, cuando Trump se enfrente al candidato demócrata de turno, Crazy, Sleepy o Mini.

¿A qué libro habrá que agarrarse para ponerse a la cola de Donald mientras se le siguen dando lecciones? Se pueden ir haciendo apuestas.