domingo, 25 de agosto de 2013

Domingo, 25 de agosto

PÚBLICO CATECÚMENO
 
Pero esa tarde jerezana, por virtud de todos esos estímulos y ardides, fuimos todos “a los toros”. Esto, por la pérdida de la costumbre, no es nada sencillo. Sino que yo tuve la suerte de ver la corrida al lado del “Séneca” y aprovechar sus luminosas explicaciones. He meditado mucho si ello no debiera establecerse como costumbre. Cada vez hay en las plazas más cantidad de público catecúmeno -mujeres y extranjeros- que requerirían el auxilio de guías y locutores. Creo que las corridas deben pasar, como pasó el “cine”, de “mudas” a “habladas”. No sé por qué todo turista frente a la Giralda ha de tener a su lado un “cicerone” que le asegure que aquello es la Giralda –cosa bien evidente- y no ha de conservarlo en la plaza para que le diga si aquella estocada está “caída” o “tendida”. Cosa mucho más problemática.
EL “SÉNECA” Y EL TORO PERDONADO, 1955 / JOSÉ MARÍA PEMÁN
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006
 
Ignacio Ruiz Quintano