viernes, 24 de septiembre de 2010

Viernes, 24 de septiembre

AZAÑA

Azaña pagó caros sus tres pecados del año 1936: la destitución de don Niceto, su deseo de abandonar la presidencia del Consejo de Ministros para ocupar la Presidencia de la República y su debilidad frente a la crisis del poder público. Los pagó caros, porque él, un burgués liberal que habría sido un excelente jefe de gobierno en la Tercera República francesa o en la monarquía de los Saboyas, después del 18 de julio de 1936 fue prisionero de una conjunción de fuerzaspolíticas -socialismo, anarquismo, comunismo- en la cual los republicanos -burgueses, demócratas y liberales- no representaban nada.
ANECDOTARIO POLÍTICO / CLAUDIO SÁNCHEZ-ALBORNOZ

Ignacio Ruiz Quintano