lunes, 8 de agosto de 2022

Defender la alegría


 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Alegría (de “alacer”, en el latín de los curas) consiste en quitarse peso y morir desnudos, como los hijos de la mar, que es el Mediterráneo, y por eso la alegría ya sólo la defienden los catalanes, siempre que pague otro: Serrat en la política y Laporta en el fútbol.
    

“Defender la alegría” es un motete de Serrat inspirado en Benedetti para adular a Zapatero, que aún no era minero. “Defender la alegría como una trinchera / defenderla del caos y de las pesadillas / de la ajada miseria y de los miserables / de las ausencias breves y las definitivas”. Aun ratonero como él sólo, el himno, con rimas del Moliner, es superior al de la Décima, y parece hecho de encargo para el regreso de Laporta como plutócrata del fútbol. Serrat se la cantó a Zapatero en los veranos de la Granja, con Sabina, Belén, Perea, Manuel y Bosé, que denunció:


    –No están tasando las alegrías.
    

A lo que Zapatero, que interiorizó la “joie-de-vivre” en sus tristísimos viajes en bus León-Madrid leyendo anacreónticas de Gamoneda, sacó las visas del Estado y se puso a repartir parné en subvenciones como Laporta en fichajes, acarreándonos una ruina que todavía estamos pagando.
    

Desaparecida de la política, donde la única Alegría que queda es una señora de Zaragoza (¡alegría baturra!) que canta los decretos del gobierno como si fueran joticas de Labordeta, la alegría se hace fuerte en el Barcelona de Laporta y Xavi, que son como los Quintero del “fúpbol”. Dos por cero del Madrid de Ancelotti a la Juventus de… Allegri, con el Triángulo de las Bermudas, que es como Ancelotti llama a los Reyes Godos de Hughes, Modric-Casemiro-Kroos, Triángulo Blanco que ya ha producido más literatura cabalística que el de Suárez-Torcuato-Juan Carlos en la Santa Transición.
    

Suárez quiere que la relación que ambos tenemos con el Rey se dibuje como un triángulo equilátero; yo creo que es un triángulo isósceles; aunque en realidad es un triángulo escaleno –lo explicó el del medio.
    

El triángulo del futuro es Valverde-Aureliano-Camavinga, pero en lo que el futuro llega tiraremos con Modric-Casemiro-Kroos, esa bandada de loros cada uno de los cuales suma las mismas Champions que toda la historia del Barcelona, que “Aquest any sí!”, gracias a los monises del Caballero Alegre, cuya figura evoca la democracia catarí de Xavi, los derechos televisivos de Roures, el glamour payés de Guardiola, y por supuesto, un banco tan secreto y seguro como Fort Knox.
    

Llevo más de veinte años queriendo hacer esta pregunta. ¿Qué eran “las magdalenas de sexo convexo”? –dijo un día Emilia Landaluce a Ana Torroja.
    

La verdad es que José tiene unas letras… –contestó La Voz del Mecano.
    

Al Bayern, que ha levantado una ceja ante la alegría económica de los catalanes, Laporta les responde que el Barcelona, con más de cien años de historia, es “un club con unos activos muy importantes”, tesis que apoya el Periodismo Oficial, que ve en Laporta el ejemplo de que el fútbol es un negocio sano, ajeno a cualquier crisis, y que viva la alegría, tan española.
    

Añadamos a la alegría de Laporta la geometría de Xavi, que tiene a todo los futbolistas del mundo aporreando la puerta del Campo Nuevo para jugar.
    

Para los que no me conocen: soy un futbolista dinámico y veo el fútbol de la misma manera que Xavi –ha icho Koundé.
    

Sobre el dinamismo de Koundé, Bertrand Russell escribió: “Espero que los periodistas del futuro, al hablar de una ‘personalidad dinámica’, querrán indicar una persona que hace el menor esfuerzo en un momento dado, sin pensar en las consecuencias”. Y sobre el fútbol que ven Xavi y Koundé: “Tres medidas no son suficientes para fijar una posición: esto es en esencia lo que queremos dar a entender al sustituir ‘espacio y tiempo’ por ‘espacio-tiempo’”. Dicho sea porque dijo Xavi una vez que descendió a definir su “fúpbol”:


    –En el Barça entendemos el fútbol como espacio-tiempo.


    Si al pobre Umtiti su representante le hubiera dicho que dijera lo que a Koundé le ha dicho el suyo que diga, ahora Koundé seguiría en el Sevilla y Umtiti lideraría la defensa culé con Xavi, para quien la encarnación del anti-“fúpbol” fue, cómo no, Mourinho: “El Mourinho del Madrid nos jugaba a la espalda. Jugaban rápido. ¡No querían jugar al ‘fúpbol’!”


    Alegría, alegría, alegría; alegría, alegría y placer, que la Virgen va de paso con su esposo hacia Belén. En Madrid esas alegrías sólo nos las va a dar Rudiger cuando suba a rematar de córner.




Toro Salvaje

 

UN PSICÓLOGO


    En el PSG creen que lo suyo, dejarse atropellar en los momentos críticos de la Champions, es problema mental. Pochettino tenía limones en el vestuario para neutralizar las malas energías, pero llegó al Bernabéu y se la pegó. “L’Equipe”, que va de cartesiano, ve la necesidad de un psicólogo, como el que trajo Floro al Madrid, también con un limón entre manos. A Floro lo sustituyó Arsenio, y lo único que le pidieron los jugadores es que, por favor, no les dieran más psicología. Cuando en noche de Champions se desata la furia en el Bernabéu ¿cómo se gestiona lo del psicólogo? Y este año tendrán en contra el karma de los apartados por “indeseables”.

[Lunes, 1 de Agosto]