jueves, 7 de abril de 2016

Nuestros tres de los cuartos

Llegó Cruyff...y el Cholo Sotil


Francisco Javier Gómez Izquierdo
    
      La mayoría de los aficionados no nacidos en Madrid o Barcelona que se inclina por merengues, culés o colchoneros no acierta a explicar muy bien qué acontecimiento condicionó sus querencias.  En mi caso, supongo que por parecer original, aparte del Burgos, sin duda el primero y más querido de mis amores, tuve a la Real Sociedad como mi segundo equipo y a Esnaola, Gaztelu y Boronat, como mis futbolistas preferidos. Cuando el Real Madrid se llevó a Juanito gratis porque Martínez Laredo quería suceder a Bernabéu, en muchos corazones burgaleses brotaron malos sentimientos hacia los blancos. La llegada de Cruyff  acabó por empujarnos a preferir el Barça antes que el Madrid y ya saben que  hay  vicios de imposible erradicación.

      El Barça, desde su odiosa comunión con el nacionalismo, ha cogido la manía de vestirse de vez en cuando como si fuera el San Andrés, un equipo respetable, pero menor, y es verlo un servidor con la cateta indumentaria y disminuirle los afectos. El obrerismo atlético y esa auténtica solidaridad en la que educa Simeone me tiene ganado, y si el Barça no ha de llevarse la Champions, que la gane el Atlético. La nobleza de la que presume el Barça no da derecho a que un juez juzgue distinto por el mismo delito y que estropee un sensacional espectáculo como prometía nada mas empezar la ida de cuartos del Nou Camp. Me dio mucho coraje la expulsión de Torres, porque considero que en  partidos tales el árbitro debe saber de fútbol y distinguir las malas intenciones del futbolista con el hermoso fragor de una lucha incierta. Y ya puestos, si a patada rojiblanca, tarjeta, tarjeta a patada azulgrana.  Creo que al orgullo del Atlético de Madrid y sobre todo al de Simeone, le va reparar afrentas como las recibidas en Barcelona y en el Vicente Calderón podemos asistir a uno de los partidos, éste sí, del siglo. Lo malo es que faltará Fernando Torres, un incomprendido mas allá del Manzanares, que nunca falla en las grandes ocasiones. Le tengo cariño al Niño y no sé explicar por qué.

     ¿Y el Madrid? Vaya por delante que creo en la remontada en el Bernabéu, porque un equipo en el que son titulares a la vez el  Dante, Guilavogui o el pegón Luiz Gustavo no puede eliminar a la mejor plantilla de la Champions.  ¿No les pareció que el Real Madrid salió con el partido ganado? ¿No apreciaron desinterés y suficiencia? ¿Y qué les dice a ustedes ese, al parecer primer mandamiento tanto en el Madrid como en el Barça de tridentes innegociables? ¿Tridentes que se quedan a vivir en los pisos altos y que no se sienten obligados a ayudar en la zona del sótano? Es cierto que Draxler fue la pesadilla de Danilo, pero ¿y Marcelo y sus días tontos? Porque miren que tuvo tonto el día el lateral izquierdo. Día que pudo llegar a calamitoso si alguno de los contraataques alemanes acaba superando al bueno de Navas. ¿Y el capitán Ramos? El 2-0 es una falta de concentración del “mejón central del mundo” que los defensas, pongamos del Atlético, nunca se permitirían. El 2-0 es un ejemplo de lo que no debe hacer nunca un central, ni siquiera de cadetes. De todos modos, téngase la apreciación de un servidor como muy subjetiva de alguien que a ciertos futbolistas y sin saber por qué les coge unos kilos de manía.  Veremos...