lunes, 18 de abril de 2016

En busca del equilibrio. 0-2 en Huesca

Grupo salvaje

Francisco Javier Gómez Izquierdo

    En contra de la general opinión catalana, los jugadores del Barça quieren que la Liga de Primera sea tan interesante como la de Segunda, y en ello están.  Los abuelos de la Demanda, tan temerosos de las leyes divinas como de las que obliga Naturaleza, se protegen de las pascuas marzales con ritos que para ellos quedan, pero en Cataluña donde no hay Dios que se sienta cómodo ni lógica bienquista, la gente azulgrana y demás tribus de aquella comarca desprecia los más evidentes peligros ,por considerarse inmune a los virus que preocupan a los comunes mortales. Los catalanes en general y el Barça en particular disimulan su racismo con muy malos modos, pero para ver lo que se ve, no hace falta candil.

     ¿Qué le pasa al Barça? Que sobre todas las cosas está cansado. Que después de los partidos del día de Resurrección en las Américas y por ahí es conveniente descansar y que hay momentos en los que es imprescindible innovar desde el banquillo. El Barça, soberbio y menospreciador, ha tenido un mes tan cansino y repetitivo que ha acabado por dormirse y estamos por ver quien le espabila de la modorra. Yo creo que la cosa sólo la puede arreglar Messi, pero es posible que me equivoque y no tenga idea de como funciona el negocio.

     En la Segunda no hay quien interprete correctamente la clasificación. Si apostamos que hasta el Numancia en el puesto decimoquinto tiene posibilidades de meterse en play-off y ascender nos tomarán por enajenados, pero más difícil lo tenía el Córdoba cuando ascendió hace dos años. Ganó mi equipo en Huesca, la tierra del vino negro, y lo hizo con muchas facilidades, ante un Huesca más flojo aún que el Albacete del pasado domingo. Mal futuro veo a los maños y prefiero no mentar a ninguno de sus futbolistas, pues hasta el Machís que me impresionara en la ida me pareció ayer torpe y muy desmejorado. El Mirandés, décimosegundo, tiene 48 puntos; el Oviedo, tercero, 53. Diez puestos en cinco puntos a falta de ocho jornadas. Nosotros, con 51 puntos no estamos al acecho. 

Estamos a la deriva. Sin saber a qué carta quedarnos, y al menos en mi caso con muy malas sensaciones, ya que no son asumibles seis  derrotas -6- seguidas en casa y pretender subir a Primera.  Pásmense. Con tan triste bagaje se puede ascender.

  Nuestro entrenador, Oltra, aún no se a cuento de qué, ha rescatado del ostracismo al veterano Cisma, lateral zurdo que se las ha visto con delanteros de mucha categoría en tiempos mejores y lo ha puesto en El Alcoraz de Huesca junto a otros cuatro defensores dignos de película de Sam Peckinpah: Stankevicius, ay, ay, ay, Rodas, un coloso siempre peligrando ruina, y Deivid, de los cuatro el más de fíar, para que por fin acabáramos con cero goles en contra. No es la panacea, pero no haría mal el míster si repitiera sistema contra el Tenerife. Lo del gol ya tengo dicho que lo tenemos resuelto con Florín Andone. Ayer, y con un gol del rumanito, 0-2 casi sin despeinarse.