Chueca, el Cádiz del pobre
Hughes
Abc
Con la Décima se ha sacado el Canijo de Carmona una chirigota dedicada al Barça-Madrid. “Barçamadrid, barçamadrid, cajamadrid”, empieza. A mí me recordó a un señor que en Atocha estaba tan despistado que, no sé cómo lo hizo, empezó tarareando el himno del Madrid y acabó con el del Barça.
Además de las habituales referencias al orbe gaditano, la chirigota, lo que se ha visto de ella -estamos en preliminares- se acuerda del fútbol.
-En la frente de Rakitic cabe un Primark.
El Canijo, cómo no, hace de Ancelotti, que se ha comido a Chicharito.
Y tiene para todos: las vomiteras de Messi, la pluma de Messi, las cosas de Cristiano, el Siuuu (¡El Falla haciendo siuuu!), la pena de Irina, está Casillas, que tampoco paró con Sara cuando le dijo “¡para!”, Bale con la diadema y el bombo carnavalero. Por estar está hasta Mateu Lahoz.
-Marcelo tiene su pelo como si hubiera visto un leopardo.
Y la voz “Di María… la hierbabuena”.
Los tipos, disfraces, están sembrados. Sergio Ramos está perfectamente caracterizado y en los asientos del banquillo del Madrid pone “Mucaro”.
Un pasodoble se pone sentimental (cómo no) y nos recuerda, pasado el año, “otra final de anacardos”.
Con estos pasodobles, yo no lo creía, el mar se mece a ritmo en Cádiz.
El Canijo es sevillano, pero como si fuera de la Viña. La chirigota apunta a favorita y se queda uno pensando, entre tanto docto del fútbol, tanto fanático, tanto pelma, si no pudiera ser siempre así: el fútbol metidito en el Falla.
Tras haber oído el himno de la Champions por pitos de carnaval, ¿cómo no vamos a sonreír cuando lo escuchemos en Gelsenkirchen?