viernes, 19 de septiembre de 2014

Casablanca

Casablanca



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

   Cataluña tiene el “gos d’atura”, y Escocia –en la frontera, ay, con Inglaterra–, el “border collie”, pero Cataluña no es Escocia, dicho para que lo entienda Pablemos, el de las trece matrículas en la universidad donde te catean por leer el ABC.

    Escocia es un reino que libremente se une a otro reino (para putear a los católicos), y lo que libremente se une, libremente puede separarse (para seguir puteándolos). Cameron ha ido de Cromwell y ha dicho a los escoceses lo que el Lord Protector les dijo (y que tanto impresionó a Carlyle) antes del combate: “Os ruego por las entrañas de Cristo que consideréis la posibilidad de estar equivocados.” Pero no está en su mano molerlos a palos, como hizo el dictador.
  
Cataluña, en cambio, era España antes de que Franco inventara el referéndum a la catalana, con lo cual ni los catalanes, por separado, ni juntos todos los españoles tienen el privilegio de decidir por votación, como en una junta vecinal, la ruptura de la nación recibida de sus padres.

    –¿Quién soy yo para decir a los catalanes lo que han de ser? –dice Pablo Iglesias con golpes de pecho como los de King Kong en el ático del Empire State.

    Pablo Iglesias es un politólogo ayuno de Marx (que niega el derecho de autodeterminación a toda nación políticamente unida antes de la Revolución Francesa), y ahíto de Stalin, que redacta para Lenin unas señas de nación a la medida de los coroneles del Ejército Rojo que se las han de meter al cinto.

    Para disipar la perplejidad del politólogo Errejón, recordemos la respuesta que Groucho Marx da a la reclamación de propiedad de Warner Brothers, productora de “Casablanca”, a los hermanos Marx, que habían rodado “Una noche en Casablanca”.

    –Profesionalmente, nosotros éramos Brothers mucho antes de que ustedes fueran Warner.
  
Históricamente, los catalanes eran españoles mucho antes de que Cervantes fuera catalán de Jijona, Alicante, según los investigadores de la Universidad de Barcelona.