miércoles, 13 de agosto de 2014

Real Madrid 2 – 0 Sevilla





Jarroson

1. Todo el mundo sabía cómo eran las segundas temporadas de M******* pero nadie se aventura a pronosticar cómo son las de Ancelotti. Pasada la moda de los entrenadores de derechas, hoy se vota socialista en el Bernabéu y se tira una moneda al aire: cara, Ancelotti; cruz, Laso.

2. En las escrituras los profetas hablaron de la intensidad física del Sevilla y su ventaja en pretemporada, pero cierto o no, de lejos pareció un farol. Los andaluces se arroparon con la manta hasta los ojos y un cuchillo entre los dientes, pero eso no molesta al Madrid, que tiene tanto talento en el campo que puede jugar como se le antoje. El Madrid apenas tuvo algunos problemas intentando ver entre las ramas y las primeras salidas de balón corrieron a cargo de Ramos por soleás o de Pepe hasta que Kroos se quitó la vergüenza.

3. Uno se preguntaba cómo James, mundialista y con menos entreno, estaba por delante de Isco en la alineación, pero a ver quién es la ramera que va a cenar con su chulo y no se pone el último trapo que le arrojó en la cama la noche anterior. Kroos estuvo mejor que James, aunque el colombiano pudo marcar un gol. En una torpeza del nuevo 10 del Madrid el Sevilla pudo marcar, pero Casillas -que permanece en el club como cuando un resto de carne aguanta molestando entre los dientes toda la tarde- desbarató la ocasión.

4. Ramos y Cristiano saltaron al campo con un precioso bisoñé y Bale se ha puesto diadema como los cuñados que se dejan perilla durante las fiestas de verano y los 15 días en Calpe. La camiseta del Madrid es la más bonita que recuerdo en años a pesar de las odiosas rayas en la manga.

5. Pepe, que se quitó la muñequera, estuvo sensacional al corte y Kroos llamó a la puerta del madridismo para presentarse con un partido correcto y educado. Coentrao ha vuelto fino y a Carvajal se le complica la rectitud cuando se confía en exceso. Cristiano engordó estadística y palmarés y Benzema sumó otra asistencia con su juego de mover nubes a soplidos.

6. Nada más comenzar la segunda parte marcó Cristiano a pase de Benzema y todo parecía indicar que el Madrid iría desabotonando poco a poco la camisa del Sevilla para terminar poniéndolo de rodillas en el baño de la discoteca, pero al equipo le duró el aire en los pulmones una hora.

7. Ancelotti sacó a Isco, que salió al campo con aire de galán de telenovela entre la barba, el pelo corto y el botón de la camiseta desabrochado con las fibras clavículares del pectoral al aire. El jugador cumplió la función que el partido requería y corrió arriba y abajo con la pelota dando equilibrio y aire al equipo.

8. Ya no se profundiza en exceso sobre cuestiones tácticas, pues con Ancelotti es debatir sobre el sexo de los ángeles. El italiano se ha mostrado dócil en ese aspecto y obtuvo su mejor equipo el año pasado aprovechado las circunstancias que le obligaron a jugar en 4-4-2. Carlo es más de letras que su predecesor, aficionado a la matemática y la geometría y tiene delante de sí un campo ancho y largo y bestias en las cuadras para capear los sábados, galopar los miércoles y arar los domingos.

9. El remolino del lavabo se hacía cada vez más fuerte y la última parte de la ópera se pasó entre divagaciones y preguntas al aire. Los futbolistas, inmersos en lecturas de pasajes de El Castillo no se enteraron del final. El Sevilla forzando córners desesperados jugaba al frontón como juegan los niños de 8 años a las 16:00 de la tarde. El árbitro no quiso ser menos y le apeteció hacer una gracia añadiendo tres minutos al primer partido oficial del Madrid. Llegó el 93 y el partido se acabó. El Real levantó la copa luego de un cabeceo indignado de Xabi Alonso frente al gorila Platini.

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