Los policías que trabajan en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla llevan desde la semana pasada en máxima alerta. El brote de meningitis surgido en el CETI ha afectado ya a varias decenas de 'sin papeles', y el riesgo de contagio crece cada día. Tanto es así que ya se ha vacunado a los internos y a los trabajadores sociales. Sin embargo, los agentes siguen sin estar inmunizados.