Manuel Jabois
Cuando se le preguntó ayer por la muerte en accidente de un defensor de los derechos humanos en Cuba, Cayo Lara lo zanjó con «un fallecido más de los que se matan en carretera». Más allá del desprecio resulta curiosa la respuesta en quien no dudaría en atribuirle a Franco los muertos por constipado durante la dictadura.
Para conocer a ciertos hombres basta con moverles las respuestas. «El acercamiento de presos [etarras]», dijo hace seis meses el líder de IU, «es una cuestión de humanidad y los familiares tienen que desplazarse kilómetros y kilómetros para ver a sus seres queridos». ¿Y qué le parece a usted la muerte del hermano de un terrorista en un accidente de tráfico? «Un fallecido más de los que se matan en carretera». Hace dos años, cuando se pudrió de hambre en las cárceles cubanas el disidente Zapata Tamayo, Willy Toledo se apresuró a calificarlo como «un delincuente común». «¿Qué opina de la huelga de hambre de De Juana Chaos en un hospital, señor Toledo?». «No es más que un delincuente común».