viernes, 30 de octubre de 2009

"¡AL TORO, QUE ES UNA MONA!"

...las "olas de asalto" inundaban el poblado, trepaban por los riscos como impulsados por un huracán. Los hombres de Millán Astray corrían hacia la Gloria, hacia no sabían qué, aclamándole al verle caído; suponiéndole muerto, gritaban venganza enardecidos. Él los alentaba, moribundo, con palabras de trágico humorismo:

-¡Eh, muchachos, al toro, que es una mona!


Carlos Micó y España, cronista del Tercio en la toma de las Tetas de Nador


Millán Astray, el soldado que quería ser D'Annunzio