viernes, 31 de julio de 2020

El mal que no cesa

Último diciembre en Arroba de los Montes

 Amanecer pandémico en Córdoba



Francisco Javier Gómez Izquierdo

        Conforme se va enredando el Cafarnaúm -que diría don Josep Pla- de la Liga, más evidentes se hacen los signos distintivos del español de los últimos mil años; ese individuo que galopa en busca del descuido del prójimo o del abrazo de la Fortuna, que es Diosa con la que creemos tener confianza.
    
No. No es necesario haber leído a Gracián para hacerse una idea de los tradicionales vicios y culebreos nacionales. Basta escuchar lo que se suelta en las distintas sedes de los clubes de fútbol de este pestífero 20, para hacerse perfecta idea del egoísmo que esconde tanto aire de orgullo y nobleza como “blasona nuestro escudo”. Gracián, como maño, libraba al aragonés de las debilidades de otros reinos, pero ayer era el Zaragoza el que barría como al descuido y proponía no jugar play off, y dar la plaza de ascenso a Primera al que más se la merece. Al tercer clasificado. Es decir, al Zaragoza. “No sé” son dos monosílabos que uso inconscientemente en cuanto hablo con alguien sobre lo que hacer mañana, dentro de una semana y no digamos un mes. Me sale el “no sé” por cómo amanece el mundo cada día y a pesar de pecar a conciencia de optimista -he renovado el abono del Córdoba, un equipo que no está claro aún de quién es, si va a desaparecer, si nos van a dejar entrar a ver los partidos a El Arcángel-, en el fondo creo que no se va a poder disputar la Liga que viene. Si se disputa será lo que quieran llamarla, pero no será Liga de fútbol. Si acaso se venderán, la Primera y Segunda, como series y para hacerlas atractivas en televisión se estrujará el VAR para parir penaltys de manos involuntarias y dar y anular goles por milímetros de un codo en fuera de juego. ¿Por qué se dice que es un acierto del VAR anular un gol en fuera de juego porque media bota del atacante lo estaba?  El otro día anularon al Sassuolo cuatro goles en fuera de juego por milímetros. Cuatro goles que están ahí para verlos y que en el fútbol sin tele, en el que se juega en el campo, serían goles. “En caso de duda del árbitro, debe darse gol”.  Ése error milimétrico es el auténtico fútbol. El que por desgracia sólo se va a poder ver en 2ªB y 3ª. Lo malo es que tampoco creo que nos dejen.
     
Ayer se desbarataron las intenciones de pasar San Roque, el santo de la peste que abandonado nos abandona, en los Montes de Toledo con la familia de mi doña. Allí, al pueblo donde me refugio para disfrutar con todo tipo de bichos, ha llegado el mal a traición y como al acecho y ha sorprendido a un personal que creía estar lejos de las noticias de la tele. Da reparo moverse y plantarse donde vive familia que está sana sin saber con seguridad lo que puedes acarrear involuntariamente. Está pasando en los pueblos. Llegan los veraneantes jóvenes. Confraternizan porque las cuadrillas de los pueblos chicos son como son y no es cosa de reprochar en despoblado lo que se consiente en las barriadas. Hasta el quinto día no da la cara el traidor que viene camuflado en un Pedrito, el hijo de Pedro, sano desde Madrid, Bilbao, Barcelona, Badajoz.. y ¡claro está, se lía morrocotuda! Ha pasado en uno de los lugares a los que acudo con frecuencia. No me sorprendería que pasara en mi pueblo de la Demanda, saludable descanso también de emigrantes en las capitales... o en Barbate, pueblo que con tanto cariño me ha acogido. “No sé"... De momento, me quedo en casa, con el ánimo aplastado por la tristeza que ha puesto nido en Arroba de los Montes.

     ¡Y el mundo del "fúrbo" sin echar cuentas del panorama que se avecina!