martes, 18 de agosto de 2015

La supercopa de Aduritz


Francisco Javier Gómez Izquierdo

      Las Supercopas -de Europa y España- no dejan de ser títulos menores, pero alcanzan cierta categoría como aperitivos futbolísticos, por ser partidos que se ven a gusto en la terraza de la playa o en el bar del pueblo, donde todo quisque opina sobrado de displicencia y sin la acritud que suele desparramar Liga.

     La Supercopa de España no ha tenido color. Bueno, sí, el rojiblanco. ¡Qué gusto da ver el respeto del Athletic por su propia indumentaria! Ya en la Supercopa europea el Barça pecó mucho en defensa, pero como sus delanteros intimidan hasta con la mirada y Messi parecía que volvía de América con unos kilos de precisión que añadir a su natural espectacularidad, el trofeo español parecía tener dueño antes de disputarlo. A los síntomas de insuficiencia física en las tierras de Stalin no se les dio la importancia debida, pero Valverde se fija en todo y entendió que la actual debilidad azulgrana está en su cuerpo fatigado. El Chingurri se cebó en Bilbao con los portillos desguarnecidos que intentaban vigilar Alves y Adriano, y a su defensa Balenciaga, siempre perdedor ante la pesadilla de Messi, lo protegió con el refuerzo de Susaeta, al que le ha hecho olvidar las exquisiteces. Eraso es un mozo que se ha hecho futbolista en Leganés, donde aprendió a no desfallecer. No se cansa Eraso de correr, molestar, tapar, ayudar.. y encima tiene gol. No deja en paz a los centrocampistas rivales y tiene tiempo para asustar en el área. Eraso es complemento ideal para Aduritz y todo apunta a que van a formar la yunta  moscacojonera de la temporada. Al tiempo.
   
Si Balenciaga ha podido con Messi, Aduritz, con 34 años, ha puesto en evidencia la suficiencia defensiva de Luis Enrique. Aduritz es delantero valiente, incansable, pegajoso, morrosko... que en las últimas temporadas se ha convertido en el mejor puñal español. Aduritz se ha hecho jugadorazo a los 30 años y el mundillo que pontifica en el fútbol nacional no sabe qué hacer con él. Mi hermano, un espectador extraño, siempre ha mantenido que el delantero nº1 para el seleccionador debía ser Aduritz y no se explica cómo no está jugando en uno de los manchesteres, el Liverpool ó el Chelsea. Personalmente, no creo que sea para tanto, pero la verdad es que en la Supercopa ha estado sublime y la bilbainada se lo va a agradecer eternamente. Me da la sensación de que  Aduritz ya es como Arieta, Uriarte, Rojo... ¡Enhorabuena al Athletic!

     Nota sin ánimo de presumir.- En la temporada 2003-04, y en circunstancias que nunca se aclararán por muerte del más señalado protagonista , la FEF descendió al Burgos a 2ªB y ascendió el Levante. En aquel Burgos jugaba Aduritz, que no gozaba del reconocimiento de San Mamés y un tal Dani Pendín, uno de los más ejemplares mediocentros argentinos que hayan pisado  céspedes hispanos. Un  servidor se dirigió por carta a la secretaría técnica del Córdoba y aconsejó el fichaje de los dos futbolistas porque quedaban libres y saldrían casi gratis. Por supuesto no se me hizo caso. Kresic se llevó al hoy héroe bilbaíno a Valladolid y Schuster se hizo con Pendín para el Xerez. Aquel año el Córdoba gastó dinero a paladas. Hizo dos plantillas. En diciembre se quiso remediar la catástrofe y se ficharon quince jugadores nuevos que no pudieron impedir el descenso a 2ªB. Se bajó ante el Valladolid, 3-4 en El Arcángel, el equipo de Aduritz. El Xerez, con Dani Pendín jugando como Schuster jugara, ascendió a Primera. Pasados los años, comenté el episodio a Rafael Gómez Sandokán, ante testigos, y el hombre no paró de despotricar contra representantes y demás cuadrillas de vendedores.

  -Milmiyone ma costao el fúrbo, hermano. ¡No ha engañao gentusa a Rafaé Góme, hermano...!