lunes, 23 de febrero de 2015

Los muertos y las muertas. Agustín González


AGUSTÍN GONZÁLEZ
1930-2005

Agustín González nunca estuvo aún lo bastante muerto para oír la voz de la conveniencia: murió con las botas puestas, de una gripe mal curada. Había querido ser aparejador, perito industrial y filósofo, pero acabó –empezó con un pequeño papel en Escuadra hacia la muerte, de Alfonso Sastre– siendo cómico de contrapunto en las mejores historias del cine español: con Saura, con Bardem, con Camus, con Fernán-Gómez y, desde luego, con Berlanga. Sumó cincuenta años en el carrusel del espectáculo. Su nombre figura en las dos primeras películas españolas con Oscar: Volver a empezar y Belle Époque. Su última participación cinematográfica ocurrió en Tiovivo 1950, de Garci. Al morir interpretaba en el teatro Tres hombres y un destino, con José Luis López Vázquez y Manuel Alexandre. El alcalde de Madrid le prometió en la capilla ardiente que daría su nombre a una calle.

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)