jueves, 10 de julio de 2014

Ufología


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Stephen Hawking, autor, por cierto, del libro “menos leído de la historia” (crónica deliciosa, ayer, de Borja Bergareche), no quiere tratar con extraterrestres, por temor a ser conquistado, y Paul Hellyer, ex ministro de Defensa canadiense, le afea la descortesía porque los extraterrestres están aquí y contribuyen a nuestro desarrollo tecnológico, incluido, ay, el wifi gratuito de Jenaro (el de Gowex, no el de los 14).
    
Supongo que en España a los extraterrestres, más que la tecnología, les tira la justicia, industria con que asombramos al mundo, desde el garaje de Gallardón hasta el salón Roy Bean (el juez que es la ley) de la Audiencia Nacional.
    
En el garaje de Gallardón, ministro de Gracia (indultos) y Justicia, se produce un caso de abducción (sospechoso acogido a sagrado) que sólo tiene explicación en la ufología, pues el ministro se niega a tratarlo por ser “asunto de familia”, y no sé a qué espera Julian Assange para reservar plaza de aparcamiento.
    
Y de ese tribunal de excepción que en una democracia es la Audiencia Nacional sale una doctrina que escribe (en un pésimo español) Valcárcel, pero que parece dictada por extraterrestres.
    
La sentencia ideológica de Valcárcel es como un panfleto de esos que Querejeta arrojaba al Metro de Goya y salía corriendo, o un editorial de Telesur, el canal bolivariano de Venezuela.
    
Desde Girón, aquí todos los revolucionarios tienen nómina del Estado y una revolución pendiente, que consiste en adular a la plebe por cuenta del contribuyente.

    Entonces, si un chófer del Estado es de formación anglófila, ¿puede circular por la izquierda, si le peta?

    Sí, según la doctrina Valcárcel, que él mismo razona:

Los juristas de mi generación hemos sido formados en el derecho nacional. Y en una serie de metáforas que ya no son metáforas; son puras ficciones: el juez aplicador de la ley, el juez sometido a la ley. Una cosa es la vinculación, otra la sumisión.
    
Todos al garaje de Gallardón.