Francisco Javier Gómez Izquierdo
Falta buen fútbol en Brasil. Es tan escaso que el periodismo y los aficionados se entretienen en la observación de los porteros como si fueran halcones peregrinos a su paso por Tarifa. Los grandes momentos del Mundial se resumen en los penaltys de Julio César, la mano cambiada de Keylor Navas, los reflejos de Ochoa... Porteros. Especialistas, que dijera David Vidal:
-Casillas no puede ser el mejor jugador del mundo... porque es portero. No futbolista. El portero es un especialista.
Como la moda es una dictadura y la linde no se acaba, el portero alemán Neuer, al que los del canal Gol dicen “Noiya”, quiso mantener en candelero el oficio y se puso a hacer méritos de futbolista jugando de defensa escoba a la vieja usanza. Cada intervención era un sobresalto entre la hinchada teutona, pero la verdad es que arregló un par de desaguisados defensivos que los delanteros argelinos no supieron rematar. El protagonismo volvía a ser del guardameta... y del falso nueve, un puesto que parece invención moderna y que los veteranos solemos llamar media-punta. Müller es el media-punta alemán. Básicamente un tábano revoloteando entre defensores. Ahora está aquí y luego aparece por allá..., pero Argelia también sabe de modas y tiene a Slimani, un falso nueve de mucho fuste que mantuvo 90 minutos encendida esa mínima posibilidad de triunfo que se otorga a Argelia ante Alemania. De la amenaza de descalabro tuvo mucha culpa el entrenador germano por no colocar bien a sus jugadores. A mí así me lo parece. Lo que menos me gusta es el desprecio por las bandas y lo que está tardando en empezar un partido con Lham de lateral derecho. Más que nada, porque al final no hay otro remedio, como se demostró anoche. M’Boli, el portero de Argelia, también fue el más brillante de entre los africanos, pero por hacer todo lo contrario que Neuer. Por no salir del área pequeña, por amontonar gente ante los morros y por gastar barba de profeta.
Antes, en el Francia-Nigeria, un partido prácticamente calcado al Alemania-Argelia, en el preciso momento que el locutor del canal Gol le hacía el mejor portero africano de todos los tiempos, Enyema falló estrepitosamente un balón fácil y Pogba, lo mejor de Francia junto a Benzemá y el chiquitín Valbuena, confirmó lo que nos decía la razón que ocurriría.
Mucha fe, mucha voluntad, mucha ilusión, mucho más correr..., lo que siempre se dice de los perdedores voluntariosos. En estos casos ganan los de siempre y si por medio anda Alemania no caben dudas.
¡Ojalá en cuartos aparquemos un poco la labor de los especialistas y nos vuelvan a conmover James Rodríguez, Bryan Ruiz y semejantes!