SALUD
-Mi salud no iba bien por pimera vez en la vida. Aunque nunca fui de aspecto fuerte, la verdad es que una existencia poco cuidada y sometida ya durante largos años a excesos de toda clase y sin interrupción había aguantado perfectamnte hasta entonces, en que el sistema nervioso empezó a diparatarse y a proporcionarme exaltaciones y depresiones en el carácter, miedos sin explicación y obsesiones de índole sexual. No poco me ayudaron varios amigos a distraerme en todo lo imaginable. El trabjo lo hacía con dificultad y disgusto y me estimulaban sólo estímulos demasiado físicos y otros artificiales, como el alcohol.
MI MEDIO SIGLO SE CONFIESA A MEDIAS / CÉSAR GONZÁLEZ-RUANO
Ignacio Ruiz Quintano