(Los autores de la Carta sospechan que el ex ministro Molina cree vivir, y allá él, en una comunidad de vecinos en que Ovidio habita el piso de arriba, y Dante, el piso de abajo.)
Carta al Director en respuesta al artículo que el 25 de Noviembre publicó El País firmado por D. César Antonio Molina, rogándole su publicación. Reciba asimismo un saludo de ENRIQUE ANDRÉS RUIZ y FELICIANO NOVOA PORTELA
CARTA
Causa perplejidad la lectura, hoy, día 25 de noviembre, en El País, del artículo titulado “La cultura sin cultura” que firma el ex-ministro César Antonio Molina. Y no por sus argumentos en contra de la mercantilización y la industrialización de la cultura, sino porque él mismo los tuviera dormidos en largo y pesado sueño y desde luego mientras fue Ministro de Cultura. Fue el señor Molina —precisamente él—, en su breve paso por el Ministerio, quien implantó en la estructura del Departamento la nueva y así llamada Dirección General de Política e Industrias Culturales, cuya gran justificación consistió en la puesta en marcha de un paquete de medidasllamadas Plan de Fomento de la Industria Cultural, lanzado por primera vez en 2009 y consistente, en resumidas cuentas, en la articulación de una batería de subvenciones dirigidas al sector industrial y a la promoción de la producción y consumo; en definitiva a la dimensión puramente industrial y económica de la cultura, que es a lo que él llama ahora “su conversión en mercancía”. Tan gran olvido de su actuación en pos de la cultura de masas sólo es comparable a su acostumbrada y unilateral adscripción como escritor a la alta cultura propia de la familia de Dante y de Ovidio.