Valle de Esteban
Chuchete, el del mostrador, los vio correr. Vio al pequeño Josechu y su camisa de verano amarilla. Vio a los dos hermanos Miranda corriendo atléticamente. Vio un poco más rezagado a Manolo y su vieja chaqueta azul marino. Después comenzó a lavar las copas y los vasos del mostrador. Por la calle de la estación subían hacia el pueblo los hombres de las fábricas y volvía a llover.
Ignacio Aldecoa