JOSÉ MARÍA ESCRIVÁ DE BALAGUER
1902-1975
José María Escrivá de Balaguer, sacerdote y fundador, es santo. Con ocasión de su beatificación por el Papa Juan Pablo II, Mingote ironizó con Juan de la Cruz y Teresa de Ávila ponderando literariamente en el cielo la buena obra del advenedizo. “Pablo VI –refiere el prelado Álvaro del Portillo hablando del fundador del Opus Dei–, en un momento dado, con gran sencillez, me dijo que consideraba que nuestro fundador fue uno de los hombres que había recibido más carismas en la historia de la Iglesia.” Emprendió su camino de santificación en 1928 en Madrid, y a los pocos años “el Opus” había recibido ya ese tratamiento lingüístico de las cosas que están en la calle y que se advierte cuando alcanzan lo que Pemán llamó “la fluidez popular del bisílabo”: el “cine”, el “auto”, la “tele”... Puede que lo que más se parezca a la muerte –el foso de la muerte, donde rugen los leones de la alabanza y el olvido– sea la serenidad.
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)