jueves, 21 de marzo de 2013

De miserables neuróticos a infelices banales

Toni Soprano en la consulta de la doctora Melfi
 
El psicoanálisis no hace más que confirmar aquella vieja máxima de Platón: los buenos son aquellos que se contentan con soñar lo que los otros, los malos, hacen en la realidad. Todo lo que se puede esperar de una cura psicoanalítica -y Freud lo sabía bien-, es la transformación de un miserable neurótico en un infeliz banal.