Padua
San Antonio
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Los dos primeros partidos del grupo de la muerte me habían defraudado mucho más de lo permisible y al mediocampo de Holanda -De Jong y Van Bommel- me pareció impresentable. El entrenador holandés ha vuelto a repetir alineación, con la única novedad del central Mathijsen, y un partido de merecidos honores durante las últimas décadas ha sido en los primeros 45 minutos un auténtico despropósito táctico en el que ha brillado la bisoñez del adolescente Willems -¿para cuándo otro Van Bronckhorst?- y el hambre de gol de un Gómez alemán. De Jong y Van Bommel muy requetemal, hasta que el banquillo tulipán recordó de dónde viene y a dónde va... y ordenó meter goles. Ha estado entretenida la 2ª parte con un Sneijder indomable, pero esta Eurocopa empezó mal para Holanda y parece que va a acabar peor. El poderío alemán siempre se ha asentado en su físico, pero me da que a esta cita viene con lo justo, a pesar de haberle bastado para clasificarse sobrándoles prácticamente un partido. Un hallazgo Hummels, que tapado por Lucio unos años en el Bayern optó por ampliar horizontes y se fue a Dortmund en busca de reconocimiento y ligas. No es ya tan joven, pero le quedan años de ser uno de los mejores. Guardiola nunca debió fijarse en Chigrinsky, estando Hummels disponible.
Hoy, festividad de San Antonio de Padua, que como todos ustedes saben era santo lisboeta, los portugueses esperaban impacientes a Cristiano, pero Cristiano parece en estado depresivo y hace gestos que producen inquietud y desasosiego en la hinchada vecina. San Antonio hubo de presentarse en Lisboa a preguntar a un difunto quién le había asesinado y a reponer el pie de un mal hijo que se lo cortó arrepentido de dar patadas a su madre. Cristiano ha de pedir la protección del santo paisano y quitarse los demonios que le corren por el cuerpo, para estar a lo que debe estar. Portugal, que encontró una Dinamarca más muerta que dormida... y viuda de Zimling, mostró demasiadas carencias ante un jefe menor danés que juega de lateral derecho y que se llama Jacobsen. Pepe copió el gol de Schevchenko y Postiga hizo una vez de delantero centro. Despertaron los daneses, -gente muy competente para alternar- y descubrieron la parte trasera de los hombres de Paulo Bento sin necesidad de insistir mucho. Al final, el negrito Varela soltó una patada al aire y el clamoroso fallo lo dejó ante una pelota despatarrada que gritó “cuélame”. Y fué Varela y la coló... y dio vida al moribundo.
Alemania ya está y seguramente Portugal, pero una alineación holandesa sin lastres innecesarios es capaz de ganar fácilmente a los hijos de la Lusitania y ¿quién le dice a Ud. que no puede Alemania empatar jugando con los reservas ante la simpática Dinamarca?
En resumen, el grupo B sigue siendo el de la muerte.
Hoy, festividad de San Antonio de Padua, que como todos ustedes saben era santo lisboeta, los portugueses esperaban impacientes a Cristiano, pero Cristiano parece en estado depresivo y hace gestos que producen inquietud y desasosiego en la hinchada vecina. San Antonio hubo de presentarse en Lisboa a preguntar a un difunto quién le había asesinado y a reponer el pie de un mal hijo que se lo cortó arrepentido de dar patadas a su madre. Cristiano ha de pedir la protección del santo paisano y quitarse los demonios que le corren por el cuerpo, para estar a lo que debe estar. Portugal, que encontró una Dinamarca más muerta que dormida... y viuda de Zimling, mostró demasiadas carencias ante un jefe menor danés que juega de lateral derecho y que se llama Jacobsen. Pepe copió el gol de Schevchenko y Postiga hizo una vez de delantero centro. Despertaron los daneses, -gente muy competente para alternar- y descubrieron la parte trasera de los hombres de Paulo Bento sin necesidad de insistir mucho. Al final, el negrito Varela soltó una patada al aire y el clamoroso fallo lo dejó ante una pelota despatarrada que gritó “cuélame”. Y fué Varela y la coló... y dio vida al moribundo.
Alemania ya está y seguramente Portugal, pero una alineación holandesa sin lastres innecesarios es capaz de ganar fácilmente a los hijos de la Lusitania y ¿quién le dice a Ud. que no puede Alemania empatar jugando con los reservas ante la simpática Dinamarca?
En resumen, el grupo B sigue siendo el de la muerte.