lunes, 29 de agosto de 2011

El síndrome Dan Rather

Dan Rather

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Cuando la semana pasada el periodismo matalón intentó llevarse por delante a Mourinho con un “sms” falso, en seguida me vino a la memoria el síndrome de Dan Rather, despedido finalmente de la CBS por haber colado unos documentos falsos sobre el servicio militar de Bush.

La primera noticia crítica sobre el modelo de Dan Rather la leí en “El conocimiento inútil” de Jean-François Revel, que no salía de su asombro ante la idea de los informativos que allá por 1987 propagaba el “editor” y “anchorman” de CBS News:

Los telediarios son un instrumento de la democracia... una luz en el horizonte... un faro que existe para socorrer a los ciudadanos de una democracia...

Sin embargo, lo que Revel llevaba viendo desde 1984 en los telediarios norteamericanos era esfuerzos frenéticos para disimular la reactivación económica de la Administración Reagan, cuando durante el primer trimestre de aquel año el producto nacional bruto progresó al 9,7 por ciento calculado anualmente.

Pero pude ver, en junio de 1984, a Dan Rather consagrar una noche su telediario a “la crisis de la agricultura en el Medio Oeste” descrita en tonos apocalípticos... y Dan Rather pudo concluir que la agravación de la situación económica era bastante profunda para comprometer la reelección de Reagan en noviembre de 1984.

La realidad fue que Reagan fue reelegido en cuarenta y nueve Estados sobre cincuenta.

Al final, con el paro habiendo bajado a un 5 por ciento, pude ver a un Dan Rather resignado, en un telediario de septiembre de 1987, confesar lo que todo el mundo sabía: los Estados Unidos acababan de atravesar su más largo periodo de crecimiento en tiempos de paz desde el fin de la guerra de Secesión.

Lo siguiente que uno supo de Dan Rather fue lo de la mili de Bush: mordió las canillas de su odiado presidente con un informe escrito en Word cuando Word todavía no se había inventado. El informe “demostraba” que Bush, a base de enchufes, había eludido el servicio militar en la Guardia Nacional. Y la CBS prescindió de los servicios de Dan Rather.

Lo del periodismo matalón con Mourinho es puro “dan-ratherismo”, aunque al hispánico modo, que incluye la proverbial verborrea argentina.

–¿Casillas en el banquillo? ¡Qué escándalo!

Cuando Beenhakker sentó a Butragueño en el banquillo en un partido de Copa de Europa, Mendoza lo llamó al orden por “haber puesto en riesgo el patrimonio del club”. Mourinho, en cambio, no puede sentar a Casillas en el Trofeo Santiago Bernabéu so pena de montar un escándalo, aunque a mí me parece mayor escándalo el gol de Villa en la Supercopa que el banquillo de Casillas en el Trofeo Santiago Bernabéu, y no quiero ni pensar en la de oportunidades perdidas por el Bayern de Munich alargando la titularidad vitalicia de Oliver Kahn.

¿Que fue un castigo por el pasteleo telefónico con Puyol?

Zaragoza aparte, después de ver a Puyol en pernetas por Montecarlo, yo también hubiera castigado a Casillas.


EL FANTASMA DE PROSINECKI

Con las lesiones de Altintop y Sahin, el fantasma de Prosinecki se pasea por el Bernabéu jugando a Consuelo Bello, La Fornarina, en la revista “No te fíes de los turcos” que interpretara en el Romea. Frente a tanto contratiempo, dos satisfacciones: Kaká no es turco, aunque lo parezca, y el seny culé conquista Portugal, uno de cuyos hijos, Pererira, entrenador del Oporto, con sencillez extrema, ha dicho:
–Es difícil que al Barcelona le piten un penalti.

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