jueves, 25 de marzo de 2010

LA CULTUUURA DEL MOSTERINATO

Los moralistas antitaurinos Muñoz & Lindo


José Ramón Márquez


Puedo decir con orgullo que de todo el dinero que hayan ganado en su vida Manuel Vicent, Rosa Montero, Antonio Muñoz Molina, Elvira Lindo, Lucía Etxebarría, Juanma Bajo Ulloa, Ruth Toledano, Fernando Delgado, Ignacio Escolar, Pilar Eyre, Antonia San Juan, Adriana Ugarte, Nathalie Seseña, SKA-P o Cristina del Valle, algunos de los abajofirmantes de un famoso manifiesto antitaurino, no ha habido un solo céntimo que haya salido de mi bolsillo. No me deben nada ni yo a ellos por la vía directa. Vamos, que ni he comprado un libro de esos tipos, ni he visto una película de los otros, ni he asistido a una performance de los de más allá.

Otra cosa es por la vía de las subvencioncillas ésas, que por ahí me lo han sacado ellos sin yo darme ni cuenta, como los buenos carteristas del 27, que te sacan las pelas sin llevarse la cartera siquiera. Gracias a eso van tirando. Unos, al chollete de irse a New York con la parienta al Cervantes; otros, al conciertillo en el Ayuntamiento de Valdelaburra con el concejal pagando en pasta que sale de una bolsa negra; otros, a la peliculilla de presupuesto hinchadísimo para pagar las cenas, que no están aún las sepulturas llenas; y el otro, en una barca viendo caer la tarde en la Albufera o en el Bósforo: vamos, lo que se dice ‘los hechos culturales’. Bueno, nosotros sabemos bien que eso a lo que ellos llaman la cultura, la “cultuuura’’ como ellos dicen, entornando sus ojillos, es sólo la excusa que usan para saquear el presupuesto, deporte nacional en los gremios culturales. ¿Que no les gustan los toros? ¡Qué más da! A muchos no nos gustan ellos y, sin embargo, no hacemos manifestaciones para que dejen de echarles alpiste desde nuestros impuestos. Lo malo es que estos caraduras lo quieren todo y utilizan este mosterinato, pobre Bambi, para lavar sus conciencias de tantas traiciones, de tantas renuncias.

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De todos estos personajes hay uno, sin embargo, que en su inocencia lleva la verdad. Se trata de un tal Sandro Zara, ignoro si tiene relación con la afamada tienda de ropa, que censuró con criterio de buen aficionado a la Comunidad de Madrid por pagar 290.000 euros en 2008 a José Tomás para que actuara en Las Ventas. Creo que Sandro podría ser recuperable para la buena causa, pues se ve que apunta en la buena dirección al defender la independencia de la Empresa para hacer su programación sin recibir interferencias del poder político regional.