jueves, 25 de marzo de 2010

ENTRENADORES

Serenidad en la tribulación


F. J. Gómez Izquierdo


Estando el Córdoba en 2ª y 2ªB, veía yo entre el público de El Arcángel a un Caparrós aún sin fama junto a Álvarez, aquel defensa con aspecto de bailaor gitano, y a Monchi, ése que hace de los euros lo que Jesucristo con los panes y los peces. En aquel tiempo, el Sevilla andaba también en 2ª, y estos tres señores fueron dando seriedad a un club que era llevado por señoritingos calaveras.

Hoy el Sevilla CF ya entra entre las sociedades de fiar y sería aconsejable que Del Nido no perdiera la cabeza cometiendo las extravagancias que son del gusto del Marca y el As. Ésas que aconsejan pagar mucho por lo incierto.
Hay entrenadores que no son capaces de soportar la presión de los directivos, de los medios de comunicación ni la de sus propios futbolistas, y es importante detalle que no detectó Del Nido en Manolo Jiménez. Ni Monchi. ¿O sí? Ante la pinta que iba poniendo la cosa, la directiva ha actuado rápido y bien. Mantener a Jiménez era abonarse a una sucesión de broncas que no iban a ayudar nada en la final de Copa... pero no tengo claro que se acierte buscando entrenadores entre los de más fama. La ventaja del Barça con el resto de los equipos está en el convencimiento de su parroquia de las bondades de ese sistema de juego holandés que empezó con Cruyff -hasta el cuarto año no ganó nada- y que han continuado los Van Gaal, Rijkaard y el Guardiola actual. Guardiola ha aportado motivación y "auctoritas". Sabe que es suficiente. El respaldo de la prensa y la cultureta catalana lo fue trabajando antes de dar el salto y sus indios saben que el hechicero siempre manda más que el jefe. El míster de moda supo poner la banderilla adecuada a cada uno de sus hombres para evitar relajación, pero no hemos de olvidar que fracasó reclutando mercenarios. Véase Hleb, Martín Cáceres, Chigrinsky.... Que Villa no fichara por los catalanes es algo que aún no me explico. Mucho más barato y mucho más goleador que Ibrahimovic...


Zapatones, bético

El presidente del Sevilla ha querido ser discreto citando en Córdoba a Luis Aragonés, sin tener en cuenta que los taxistas cordobeses tienen comisión por levantar liebres. Se ha puesto de moda quedar en Córdoba para que no te vean en Madrid o Sevilla, según con quién. Al de Hortaleza le piden que acabe bien la temporada y es acertada propuesta. Que el que fuera jugador bético pretenda asegurar su futuro suena a broma... Lo que no puede perder el sevillismo es la filosofía procantera que tan buenos frutos y dividendos aporta al club.
Un entrenador a propósito para el Sevilla es Míchel. Más adecuado para el Sevilla que para el Madrid. Michel en el banquillo del Bernabeú sería un Jiménez. Nunca el Guardiola que pretenden muchos madridistas. A Míchel le sobra elegancia en el vestir y le falta serenidad en la tribulación. Cuando en el último agosto le vi con traje y corbata a 45º en la presentación del Córdoba ante el Getafe, supe que es el obsesivo que siempre sospeché... Me consta que no puede soportar a Bordolás, ese entrenador que viste de director de orquesta en el banquillo del Elche.


Elegancia en el vestir