José Ramón Márquez
La Mesa del Toro, que alguno de los que participan en ella ya la ve como ‘La Mesa del Oro’, ha celebrado sus dos anunciados aquelarres, el de la Arganzuela y el del Arenal y, por lo que cuenta uno que estuvo allí, el tema principal fue el de las pelas:
-¿A cuánto se toca?
-¿Cuánto para mí y para mis compañeros y para mí el primero?
No podía ser de otra forma, que somos españoles y nos conocemos.
El señor J. de Sevilla, que sabe de números, echa las cuentas del oro del toro y le salen 300.000 pavos de ingresos por deducciones y diezmos variados para esa mesa de caoba, sin contar el pastón que pondrán las Matildes para que la mesa o mesilla ampare al Señor de los Cuvillos y le lleve de viaje a Estrasburgo o a Bruselas, que un rule por ahí nunca está de más. Pues bien, con lo que hay ya comprometido de gasto más el previsible, ya no salen las cuentas: entre oficinas, secretarias, jefes de comunicación, páginas web y otras minucias, se les va una lana, que el dinero corre que se las pela, si lo sabré yo.
Total que, visto que no va habiendo sorpresas y que todo sigue el guión que todos nos esperábamos, hoy por hoy lo más excitante de todo esto de la Mesa sigue siendo el asunto Oliart Sausol. ¿El no haber dado acuse de recibo ni fecha a la solicitud de entrevista cursada por los componentes de tan oneroso mueble se deberá a algún tema relacionado con la salud y los años del prócer o a que acaso no tiene una sala en la que meter a tanta gente?
La Mesa del Toro, que alguno de los que participan en ella ya la ve como ‘La Mesa del Oro’, ha celebrado sus dos anunciados aquelarres, el de la Arganzuela y el del Arenal y, por lo que cuenta uno que estuvo allí, el tema principal fue el de las pelas:
-¿A cuánto se toca?
-¿Cuánto para mí y para mis compañeros y para mí el primero?
No podía ser de otra forma, que somos españoles y nos conocemos.
El señor J. de Sevilla, que sabe de números, echa las cuentas del oro del toro y le salen 300.000 pavos de ingresos por deducciones y diezmos variados para esa mesa de caoba, sin contar el pastón que pondrán las Matildes para que la mesa o mesilla ampare al Señor de los Cuvillos y le lleve de viaje a Estrasburgo o a Bruselas, que un rule por ahí nunca está de más. Pues bien, con lo que hay ya comprometido de gasto más el previsible, ya no salen las cuentas: entre oficinas, secretarias, jefes de comunicación, páginas web y otras minucias, se les va una lana, que el dinero corre que se las pela, si lo sabré yo.
Total que, visto que no va habiendo sorpresas y que todo sigue el guión que todos nos esperábamos, hoy por hoy lo más excitante de todo esto de la Mesa sigue siendo el asunto Oliart Sausol. ¿El no haber dado acuse de recibo ni fecha a la solicitud de entrevista cursada por los componentes de tan oneroso mueble se deberá a algún tema relacionado con la salud y los años del prócer o a que acaso no tiene una sala en la que meter a tanta gente?