domingo, 14 de septiembre de 2025

López


Ignacio Ruiz Quintano

Abc 


López es Antonio López, probablemente el pintor más caro del mundo, que en eso, como el turrón, basa su prestigio de artista extraordinario. Y es extraordinario porque, siendo pintor, dirá que es escultor, y siendo escultor, dirá que es pintor. La Renfe le encargó una escultura para la estación de Atocha, “El día y la noche”, dos cabezas de niña de un año, la cabeza de una niña despierta y la cabeza de una niña dormida, y ahí estaba López, dándoles vueltas a las cabezas, cuando de pronto apareció El Tunecino –con la misma mala sombra que El Destino en las tragedias griegas– y torció el curso de nuestras historias. ¡Zapatero acabó de presidente! Y Antonio López ha salido a explicar de qué modo sus dos cabezas, “El día y la noche”, pueden servir para un homenaje a los muertos del 11 de Marzo. No quiere López hablar de miedo ni de angustia, sino de esperanza: la inocencia, dice, que puede transmitir un rostro. Los artistas suelen ser muy torpes expresándose, y Antonio López es un artista. La gente puede llevarse la impresión de que, en asuntos de arte, cualquier idea vale lo mismo para un roto que para un descosido. Si “El día y la noche” fueron concebidas antes del Apocalipsis de la dinamita, ¿qué sentido hay en cambiarles el sentido? Mariano de Cavia censuró ferozmente el monumento que por suscripción popular se erigió en la calle Mayor para conmemorar el bombazo de Mateo Morral contra la boda real. A Cavia le parecía que el monumento era una forma de perpetuar el crimen, cosa que siempre constituye un gran halago para la cultura criminal, pero donde se mostró intransigente fue en el juicio estético que le mereció el monumento, al alcance, según sus palabras, de cualquier oficial de confitería. Me ha venido a la cabeza lo del oficial de confitería de Cavia al ver en la TV a Antonio López hecho un obispo del realismo con esas cabezas de “El día y la noche” en la mano, fundidas esas imágenes con las del adiós a Juanito Valderrama, el hombre que, ahora nos enteramos, luchó contra Franco cantando “El emigrante”.